El pueblo de Luján recibió con todo su cariño a Giuliana Lucoski, Reina Nacional de la Vendimia 2016, quien el pasado sábado logró llevar esa corona a su tierra, después de 27 años de espera.
Puntual, la soberana estaba lista esperando el inicio de la caravana a la hora que se había anunciado: las 18.30. Mientras esperaba que se anunciara el momento de subir a la canasta de la autobomba, la gente se acercaba al vehículo en el que se encontraba para poder fotografiarla y darle sus felicitaciones.
Verónica, de 42 años, llegó junto a su hija para verla de cerca. “Estamos felices, es hermosa”, indicó notablemente emocionada.
Por su parte, Viviana (43), destacó la buena predisposición de Giuliana al decir que “es re accesible con la gente”.
La corte participó de la caravana en una batea, en la que también estaban la familia de la Reina, amigos y periodistas. A lo largo del recorrido, no pararon de cantar y bailar. La gente también saludó al grupo con mucho afecto.
En un segundo vehículo se permitió que se subiera el público, para que pudiera vivir desde adentro la experiencia.
Niños, adultos y ancianos salieron a la calle para saludar a Giuliana. Con gritos y aplausos, le hicieron llegar la alegría que les dio al volver a llevar la corona nacional a la Tierra del Malbec.
Los comerciantes tampoco quisieron perderse el paso de la Reina y pudo verse a los carniceros, con sus delantales blancos, sacando fotos con sus teléfonos. Un señor salió de la peluquería con una bata puesta, junto a su peluquero.
Otro que también quiso estar fue Cacho Garay, quien vivió la caravana como un vecino más, parado en la orilla de la calle.
Espera ansiosa
Mientras tanto, medio millar de vecinos esperaba la llegada de Giuliana en la explanada de la municipalidad.
Además, asistieron Reinas departamentales con mandato cumplido. Todas coincidieron en estar felices por el logro de Giuliana.
Paola Callejón, quien representó al departamento en 2010, destacó que “Luján es compañerismo”.
Por su parte, Sabrina Álvarez, quien llevó la corona de Virreina Nacional a los lujaninos en 2007, señaló sentirse muy contenta “porque es algo por lo que tanto hemos luchado todas las que hemos sido Reinas del departamento”.
Una vez que Giuliana llegó al edificio municipal, el intendente Omar De Marchi fue el primero en subir al escenario. “Estoy muy contento, esto ayuda mucho a la gente”, indicó.
Posteriormente, reconoció que la soberana “va a poner a Luján en la agenda provincial, nacional e internacional”, lo que generó el aplauso del público.
Finalmente, Giuliana hizo su entrada y la ovación del pueblo no se hizo esperar.
La joven destacó el cariño recibido y la compañía constante de su familia. “Gracias por este recibimiento, me hacen inmensamente feliz”, concluyó con la voz cortada por al emoción.
Acorde al contexto de crisis que atraviesa la comuna lujanina, la flamante soberana no recibió ningún regalo por parte del municipio. Sin embargo, algunos empresarios sí le acercaron pequeños obsequios.
Entre los asistentes estuvo Rocío Fuster, la Virreina Nacional de la Vendimia, quien también recibió el saludo afectuoso del pueblo lujanino.
Un acto desordenado
Si bien Giuliana ya había llegado al municipio (y el público lo sabía), los organizadores quisieron que tocara una banda local. La gente hizo saber su descontento con gritos y silbidos, por lo que sólo pudieron interpretar un tema.
Cuando el intendente y las reinas subieron al escenario, el espacio era tan pequeño que no lograban estar parados cómodamente.
Otro detalle fue el hecho de que los niños no dejaban de subirse a la tarima donde estaba Giuliana, buscando una foto, nadie los detenía y el acto se volvió desordenado. Las Reinas con mandato cumplido quedaron detrás de todos y nadie las vio.
"Siento que ahora se agrandó la familia"
Antes de comenzar la caravana, Giuliana Lucoski charló con Los Andes. “Desde que me levanté que tengo taquicardia”, confesó la soberana. Contenta de poder estar de nuevo en su tierra, reconoció que su mayor alegría “es volver a estar en mi casa, en Luján. Porque siento eso, que ahora se agrandó mi familia”. Eligió un bellísimo vestido borravino, con zapatos plateados.
Sin embargo, nadie lo notó ya que los protagonistas fueron los atributos de Reina Nacional: corona, banda, cetro y capa. La joven insiste en que aún no cae en el papel que deberá desempeñar este año. “Yo no voy a dejar de ser la soberana de mi departamento. A la Reina de Luján le trajimos la corona nacional”, manifestó orgullosa.
Mientras realizaba la entrevista, su coordinadora, Alejandra Gamboa, le anunció que viajarían hoy en la mañana a Uruguay, ya que fue invitada por aquel país para asistir a su Fiesta Nacional de la Vendimia. Se puso triste: “Quería estar en la bienvenida que le va a hacer Lavalle a Rocío”.
