El psicópata que buscaba “venganza” y masacró a 17 ex compañeros

Nikolas Cruz (19) había sido expulsado del colegio por su conducta violenta. Quedó huérfano a los 18 y se dedicó a comprar armas.

El psicópata que buscaba “venganza” y masacró a 17 ex compañeros
El psicópata que buscaba “venganza” y masacró a 17 ex compañeros

Nikolas Cruz, de 19 años, ya había dado miedo a sus compañeros del instituto Stoneman Douglas, de Parkland (Florida).

Antes de ser expulsado por indisciplina de esta escuela secundaria, algunos alumnos ya habían sufrido sus amenazas e incluso comentaban que, si alguna vez se producía un tiroteo colectivo en el centro, el tirador sería sin duda Nikolas Cruz.

Éste había lanzado en los últimos días mensajes "muy inquietantes" en sus redes sociales, algunos en árabe.

Callado y respetuoso en clase, era un marginado en la vida social del centro, un muchacho retraído que se jactaba de tener armas. Incluso solía llevar algunas encima, que no tenía reparo en enseñar. En su cuenta de Instagram, ahora eliminada, había colgado imágenes en las que se exhibía empuñando pistolas.

De hecho, no sólo tenía armas de guerra -perpetró la matanza con un fusil Colt AR-15, de uso policial y militar- sino que había recibido entrenamiento para usarlas.

Los estudiantes lo recordaban como un chico problemático, con algunos arranques violentos, como el que lo llevó a romper a patadas una ventana del instituto.

Hace ahora un año fue expulsado del Stoneman Douglas. La expulsión casi coincidió con la muerte de su madre, en noviembre pasado, que dejó en la orfandad a Nikolas y a su hermano Zachary, ya que el padre había muerto varios años antes.

Cruz, además, demostró que había preparado a conciencia el ataque. Entró disparando desde la calle, con la cara tapada con una máscara. Durante su avance por los pasillos, fue lanzando bombas de humo y accionando las alarmas antiincendios.

“Conocía perfectamente la escuela y estaba al tanto de los procedimientos de seguridad porque había participado en muchos simulacros de incendio. Además, sabía dónde estaría todo el mundo antes de entrar en el instituto”, añadió otro alumno. Por eso esperó en el pasillo a que los alumnos salieran corriendo de sus clases al oír las alarmas para acribillarlos a balazos.

Un tipo “extraño” es uno de los calificativos más usados por los estudiantes del colegio que conocieron a Cruz, quien había recibido tratamiento psiquiátrico en una clínica de problemas mentales, pero luego dejó de ir.

Dakota Mutchler, una estudiante de 17 años que asistió a la escuela con Cruz, dijo que "había algo desagradable en él" y que al pasar a la secundaria comenzó "a volverse un poco más raro", hasta el punto que llegó incluso a vender cuchillos que extraía de su fiambrera.

Vecinos de Cruz señalaron al diario Sun-Sentinel que habían tenido que llamar en varias ocasiones a la Policía por incidentes con el joven, algunos de ellos relacionados con disparos a pollos.

Sobre el joven ex alumno de este instituto pesan ahora 17 cargos de asesinato premeditado, uno por cada persona muerta en el tiroteo que se produjo unos 20 minutos antes de la conclusión de la jornada escolar.

La Policía indicó que Cruz llevaba puesta una máscara antigás y portaba granadas de humo y múltiples cargadores cuando abrió fuego en el instituto, en la que es ya la mayor matanza en un colegio en Estados Unidos desde la masacre de Newton, en Connecticut, en la que murieron un total de 28 personas, entre ellas 20 niños.

La investigación apunta a que el joven, expulsado del instituto el año pasado tras una pelea con la nueva pareja de su ex novia, regresó movido por el ansia de “venganza”, según señaló el alguacil del condado de Broward, Scott Israel.

Paso a paso, así llevó a cabo la matanza en el colegio

Nikolas Cruz salió del auto de Uber y caminó hacia el edificio 12 de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas cargado con un bolso negro de viaje y una mochila del mismo color.

Un hombre en el interior del centro vio a Cruz, y supo que era un ex alumno. Un chico con problemas. El hombre se puso en contacto por radio con un compañero y en cuestión de un minuto escuchó disparos.

El joven, de 19 años, vestía remera granate y pantalones y gorra negros. Se coló en el edificio, entró por una escalera y sacó un rifle de su bolsa. Disparó en cuatro aulas del primer piso, retrocedió para volver a disparar en dos salas una segunda vez, y después subió las escaleras y alcanzó a una única víctima en la segunda planta.

Corrió al tercer piso, donde pasó tres minutos antes de dejar el arma y la mochila y correr escaleras abajo para mezclarse rápidamente entre los atemorizados estudiantes que huían del centro.

El senador estatal de Florida, Bill Galvano, que visitó la tercera planta del inmueble, dijo que las autoridades le dijeron que Cruz habría intentado abatir a los estudiantes desde las ventanas mientras salían del centro, pero que los cristales no se rompieron. La policía dijo a Galvano que abrir las ventanas no tenía gran dificultad.

Desde que Cruz entró al edificio hasta que salió transcurrieron apenas 6 minutos. En ese tiempo, disparó a más de 25 de estudiantes, terminando con la vida de 17 personas.

Tras el tiroteo, Cruz se dirigió a un supermercado Wal-Mart y compró una bebida en un restaurante de la cadena Subway antes de entrar a un McDonald’s. Unos 40 minutos después, tras salir del local, un agente lo vio caminando por una calle de la zona y lo atrapó. No opuso resistencia.

El tiroteo del miércoles fue el incidente número 17 de ese tipo en una escuela de Estados Unidos en lo que va del año. De ellos, uno involucró un suicidio, dos implicaron atacantes que mataron a estudiantes, otros dos a personas que murieron durante discusiones, y tres a personas que tenían heridas de bala pero sobrevivieron. En nueve no hubo heridos. Agencias

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