Hace 25 años en General Alvear, el 22 de octubre de 1992, un joven profesor de Educación Física, Guillermo Rojo, le daba forma y llevaba a la acción las primeras olimpíadas de la escuela Carlos María de Alvear. Una competencia que con el paso de los años se convirtió en el símbolo del deporte escolar primario.
"La idea nació con Nilda Giménez porque no había una actividad en la escuela que forjara la identidad de los alumnos. Como en aquel tiempo estaban las olimpíadas de la escuela de Agricultura, decidimos hacer un torneo propio tratando de integrar a los colegios del sur mendocino. Fue invitada la Rufino Ortega de Malargüe y la Olegario Andrade de San Rafael, además de los colegios locales que eran pocos", contó Guillermo haciendo memoria de aquel momento fundador.
“Se hacía todo en la escuela sin la estructura adecuada así que teníamos que armar postes con tachos para poner la luz, era otra la historia. Así nació lo que hoy estamos disfrutando”, expresó.
Guillermo lleva el deporte en la sangre, su padre y su madre fueron deportistas activos y se lo inculcaron durante la infancia. “Ya en la secundaria me desarrollé deportivamente”, afirmó.
“Luego tenía dos carreras para seguir, una era humanidades y la otra Educación Física. Estudié en Mendoza en lo que en aquel entonces era el Instituto Nacional de Educación Física”, señaló mientras recordaba ese paso de la adolescencia a la adultez donde transformó su pasión en su profesión.
Una vez recibido de profesor, no dudó en volver a la tierra que lo vio nacer. “Decidí volver a Alvear, en realidad siempre venía los fines de semana para jugar al fútbol, ése era mi sueldo, que me permitía viajar. Llevo a mi tierra en el corazón y trato de hacer todo lo que pueda para el departamento”, afirmó con orgullo.
En estos días, acaba de terminar la 25° edición de las olimpíadas de la escuela Carlos María con un rotundo éxito y Guillermo estuvo al pie del cañón, desde el amanecer hasta últimas horas de la tarde. Siempre vistiendo con la campera que identifica a los alumnos de la promoción correspondiente, ayudando y acompañando a los chicos que desde 7mo grado les toca tamaña responsabilidad.
Según su experiencia hay muchas anécdotas, por ejemplo el horario en la escuela es a las 8 y muchas veces los alumnos llegan unos minutos tarde. En el torneo los partidos empezaban 8.30 y los alumnos estaban desde las 7.30 demostrando la motivación y el compromiso que tomaron.
“Los directivos, celadores y docentes se han sumado a full, porque el tema olimpíadas en la escuela es parte de nuestra vida. Mis hijos nacieron en ese trayecto y luego me han acompañado en las ediciones que hemos realizado”, aseveró Guillermo.
El 2016 le ha deparado buenas noticias para Guillermo: en unas semanas deberá viajar rumbo a Mar del Plata con el equipo de handball femenino de la escuela de Agricultura con el cual competirá en la instancia nacional de los Juegos Evita, un logro que consiguió como profesor después de años de esfuerzo.
“Me queda rollo para rato, tengo muchas ganas de seguir trabajando en esto que me apasiona”, concluyó Guillermo Rojo, referente del deporte escolar alvearense.