El problema es el cuatro - Por María del Rosario Ramallo

El problema es el cuatro - Por María del  Rosario Ramallo
El problema es el cuatro - Por María del Rosario Ramallo

Al formar palabras que llevan como elemento compositivo inicial el número 'cuatro', se nos suelen presentar algunas dudas: ¿'cuadri-', 'cuadru-', 'cuatri-',  'cuater-' o 'tetra'-?
Coexisten y son equivalentes todas estas formas. Tanto 'cuadri-' ('cuadr-') como     'cuatri-' se originan en el latín, respectivamente, 'quadri-' y 'quatri-'. Los dos elementos compositivos significan "cuatro" y podemos dar ejemplos de ambos: así, 'cuadrienio' puede ser 'cuatrienio' y su valor significativo es "período de cuatro años" e "incremento económico de un sueldo o salario, correspondiente a cada cuatro años de servicio activo". Podemos también ejemplificar el uso de 'cuatri-' con 'cuatrimotor' ("que tiene cuatro motores, especialmente dicho de un avión") y 'cuatricromía' ("impresión en cuatro colores").

También ‘cuadru-‘ es equivalente a ‘cuadri-‘, con igual aplicación: ‘cuadrúpedo’ (dicho de un animal, “de cuatro pies”); también, ‘cuadruplicar’, verbo que significa “multiplicar por cuatro”, forma mayoritaria en el uso y la más recomendable por ser cercana a la etimología “quadruplicare”. Son válidas, aunque menos recomendables, las formas ‘cuadriplicar’ y ‘cuatriplicar’, con influjo de ‘triplicar’: Debido a la proliferación de los accidentes, se han cuadruplicado (cuadriplicado/cuatriplicado) los controles en la ruta.

Existe también ‘cuadruplicarse’, verbo que, referido a una cantidad o a la cantidad de una cosa, indica que pasa a ser cuatro veces mayor de lo que era: Se le cuadruplicaron los ingresos. En el mismo sentido, se puede usar el sustantivo ‘cuadruplicación’, como en “cuadruplicación de los recursos”.

Otros ejemplos con ‘cuadru-‘ pueden ser ‘cuádruple’, que designa al numeral multiplicativo correspondiente al número cuatro. Sobre esta base, se forma ‘cuádruplo’, sustantivo, que se aplica a una cantidad “cuatro veces mayor”: Ocho es el cuádruplo de dos.

Una posibilidad diferente se da con el elemento ‘cuater-‘, que se da en ‘cuaterno’: como adjetivo, indica que “consta de cuatro números”; como sustantivo, señala un “grupo de cuatro personas, cosas o números”. También se da el vocablo ‘cuaternario’, que puede ser adjetivo o sustantivo; como adjetivo, indica que un objeto consta de cuatro elementos, unidades o partes: estructura cuaternaria. Puede, además, indicar que algo pertenece al período cuaternario: formaciones cuaternarias. Como sustantivo, ‘cuaternario’ señala un período geológico: los cambios del cuaternario.

Con respecto al uso de ‘cuadri-‘, hay términos que llevan el significado de “cuatro” y que a veces despiertan dudas en cuanto a su uso correcto: uno es ‘cuadriga’, que designa el carro tirado por cuatro caballos. Debe pronunciarse como voz grave, con sílaba tónica sobre la ‘i’, no erróneamente como esdrújula.

El otro término es ‘cuadriplejia’ o ‘cuadriplejía’, con dos acentuaciones válidas, que nombra la parálisis que afecta a las cuatro extremidades. En relación con esta palabra, debemos decir que no se admiten las formas *cuadraplejia ni *cuadraplejía. El adjetivo derivado aceptado debe ser, entonces, ‘cuadripléjico’.

Hasta ahora nos hemos referido a elementos compositivos que significan “cuatro”, de origen latino; pero también hay un elemento, con igual significado, de origen griego: ‘tetra-‘, presente en palabras como ‘tetraedro’ (“cuerpo geométrico formado por cuatro caras triangulares”; ‘tetragrama’ (“conjunto de cuatro líneas horizontales paralelas y equidistantes en que se escribían las notas del gregoriano”).

Hemos analizado el elemento compositivo que se refiere al número cuatro. Pero veamos ahora ‘cuatro’ como palabra independiente: hablar en música de un ‘cuatro’ es referirse a un instrumento venezolano de cuatro cuerdas, de la familia de la guitarra; si, en cambio, aludimos a ‘cuatro’ como número natural, será el que sigue al tres. No haré referencia al uso de estos términos, sino a la formación de locuciones con ellos: ‘a los cuatro vientos’ es una locución que indica que algo se realiza abiertamente, sin reservas ni disimulo, como en Gritó su rabia a los cuatro vientos; esta locución es similar en cuanto a su significado a ‘por los cuatro costados’, que indica que algo se lleva a cabo plenamente, por todos lados: Había gente que miraba el lamentable espectáculo por los cuatro costados; ‘cuatro ojos’ (cuatrojos) es una forma coloquial que se aplica a una persona que usa anteojos: Nos atendió un empleado cuatro ojos; ‘cuatro por cuatro’ puede indicar, en música, un tipo de compás, mientras que, en el ámbito automotor, es el nombre de un vehículo con tracción en las cuatro ruedas, especialmente diseñado para transitar por caminos sin asfaltar, abruptos o escarpados. La expresión no varía en plural: En la playa, habían delimitado un espacio para las cuatro por cuatro.

Decir ‘en cuatro patas’ equivale a describir el andar de alguien con las manos y las rodillas apoyadas sobre una superficie: Se desplazó rápidamente, en cuatro  patas. Si se usa la expresión ‘entre cuatro paredes’ se puede querer indicar la permanencia en el interior de un edificio o que algo permanece en absoluto secreto: Me pasé las vacaciones entre cuatro paredes y Tu confidencia queda entre estas cuatro paredes.

Otra locución es ‘hacer el cuatro’, expresión que, referida a una persona, indica que imita el dibujo del número cuatro con las piernas, de modo de probar que no está ebria.

La expresión ‘más de cuatro’ reviste carácter coloquial e indica que se ha reunido con determinado fin un número considerable de personas: El acto contó con la presencia de más de cuatro. Lo contrario, con un tono marcadamente despectivo, será ‘cuatro gatos’ para aludir a poca gente y sin importancia: No había en el salón ni cuatro gatos. Si una lluvia es escasa y breve, se dice que cayeron ‘cuatro gotas’. Finalmente, se habla de ‘sapo de cuatro ojos’, para nombrar en Chile al ‘coicoy’, sapo pequeño que tiene en la espalda cuatro protuberancias a manera de ojos.

Concluyo con dos refranes y una curiosidad: “En la mesa de San Francisco, donde comen cuatro, comen cinco”, que aconseja repartir lo que se tiene, y “Más ven cuatro ojos que dos” que, en sentido figurado, indica que es mejor consultar varias opiniones que quedarse con una sola.

Respecto de la curiosidad, se refiere a la etimología del vocablo ‘cuaderno’: proviene del bajo latín “quaternum”, que aludía al hecho de que los cuadernos se formaban, antiguamente, plegando en cuatro partes una hoja grande de papel.

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