El príncipe Guillermo debutó el lunes como piloto de ambulancias aéreas, nervioso pero emocionado por su nuevo trabajo.
El segundo en la línea de sucesión a la corona británica responderá a emergencias que van desde accidentes de tránsito hasta ataques cardiacos en su trabajo para East Anglian Air Ambulance, en el este de Inglaterra.
Guillermo compaginará sus labores reales con turnos de nueve horas y media en los primeros meses, incluyendo jornadas nocturnas, como parte de una rotación en la que trabajará cuatro días seguidos y descansará otros cuatro. En el futuro trabajará menos para poder desempeñar las tareas reales.
"Siento que hacer un trabajo como éste realmente me ayuda a mantener los pies sobre la tierra'' y de eso se trata, dijo. ``Estoy tratando de ser un tipo bueno, hacer lo que puedo e intentar ser un individuo decente''.
Guillermo también compaginará sus dos trabajos con la paternidad. En abril se tomó un permiso no remunerado tras terminar su primera fase de entrenamiento por el nacimiento de la princesa Carlota, a quien describe como ``una pequeña alegría del cielo''.
"Al mismo tiempo es mucha responsabilidad, en especial cuando Jorge está alrededor. Él es como un monito'', dijo el príncipe de su primogénito.
"No es más difícil que para todos los demás'' padres, añadió.
Guillermo y sus compañeros comenzaron a trabajar de inmediato: a las 9:20 am respondieron a una primera emergencia. La organización benéfica emitiría detalles sobre el incidente el lunes por la tarde.
El príncipe, que donará su salario a beneficencia, fungió previamente como piloto de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea Real desde una isla a las afueras de Gales.