El primer viaje de mochilero

Tener un plan y la flexibilidad necesaria para adaptarse a las circunstancias del trayecto o a las sorpresas, la clave. Todos los tips para elegir ya una aventura.

El primer viaje de mochilero

Seguramente no hay reglas estancas para un viaje con mochila pero sí algunos tips que pueden mejorar la experiencia. Sin dudas la flexibilidad es una de las condiciones ineludibles para emprender recorridos -de cualquier duración o distancia- y esto es la capacidad de adecuarse a diversas situaciones, que de ninguna manera quiere decir salir a lo loco sin nada planeado sino, por el contrario, tener buen humor y soluciones posibles ante imprevistos.

Pero hay mochileros y mochileros. En esta aldea global, la diversidad es el mayor de los tesoros, por ello vamos a desestimar los prejuicios y, a decir de los expertos de mochileros.org, un espécimen de estas características puede ser:

a) Una persona que viaja entre continentes, países o ciudades locales con un presupuesto como para comprarse un auto pero invertido en experiencias simples que puedan ayudar a conectarse mejor con las experiencias de una ciudad.

b) Un artesano o artista con poco dinero que se gana la vida día a día y, aunque a veces no tenga para comer, tiene el alimento necesario para el alma.

c) Un millonario camuflado que no quiere viajar en tours, ni en grupos. Ni tampoco que lo lleven a los lugares maquillados para turistas a ver escenarios caricaturizados de lo que representa un determinado lugar.

d) Un grupo de amigos que terminaron sus estudios y quieren tener un tiempo para llenarse de experiencias antes de continuar con sus carreras u otros compromisos de vida.

e) Un nómada digital, blogger o escritor que viaja itinerante relatando sus experiencias.

f) Una pareja que pasa su luna de miel de manera espontánea en una ciudad desconocida.

g) Un alpinista en la montaña, un arqueólogo en las ruinas, un biólogo en la jungla, un geólogo en el polo, etc, etc ,etc.

Y tantos otros como se le ocurra pero, en cualquier caso, incluye buscar información, solucionar dónde dormir, aprender a acampar, aprender a empacar, cargar la mochila, aprender a hacerse independiente en el camino, sobrevivir, crear recursos para seguir viajando o incluso tratar de viajar sin dinero, dicen en la web.

"Ser mochilero es un estilo de vida y de auto educación en donde se buscan el enriquecimiento personal con la experiencia de viaje. Esta experiencia puede variar de persona a persona y significar muchas cosas distintas. Debemos ser cautos y no meter en la misma bolsa a todos los "mochileros" pues son seres humanos con experiencias de viaje muy variadas, pensamientos y culturas de todas partes del mundo" según mochileros.org

Los primeros pasos a seguir

El primer paso es elegir el destino y el/la/los compañeros de viaje si los habrá y la duración del periplo. Hay quienes pueden tomarse varios meses sabáticos y otros deben retornar al trabajo o al estudio en 20 días o un mes, pues definir esto es fundamental hasta para contemplar el tema de la ropa. Como si se hará en temporada baja o alta, cuando los precios suben, como la época por el tema del abrigo.

Si el viaje va a ser hacia el extranjero la documentación es muy importante, contar con el DNI intacto y el pasaporte, sin arruguitas ni nada raro. Luego hay países que requieren visa. En las embajadas de cada uno brindan la información necesaria de cómo tramitarla y de cuánto dura el papelerío. Un tip: escanear todas las identificaciones (Pasaporte, Visa) y agendar el teléfono y dirección de la embajada argentina en el /los países a recorrer.

Una vez determinadas duración y destino, el presupuesto puede calcularse. Aunque hay que tener en cuenta que se pueden hacer números estimativos pero ello dependerá de la base con la que se cuente, no al revés.

“Yo ahorro y decido cuánto tengo para gastar y en función de eso busco transporte, alojamiento y veo si voy a comer y qué" dice entre risas Juan Manuel de 21 años que ya es un experto en esto de las mochilas. Por supuesto no es la misma erogación unos días en el norte argentino que un mes en Europa, pero a cada presupuesto su plan, ésa es la idea.

De la misma manera, todo cambiará si se va a elegir campings o hostel u otro alojamiento. Cambia el equipaje, cambia la mochila. La mayoría de los entrevistados recomiendan mochilas entre 40 y 65 litros con la posibilidad de llevar riñoneras u otra mochila menor para objetos pequeños y documentación. Pero esto depende del peso que cada contextura física pueda llevar en la espalda y de los tramos a realizar.

Hay algunas con rueditas que pueden arrastrarse por lapsos con la mano y colaboran con el descanso de la espalda. Llevar una mochila de costuras fuertes, con hombreras acolchadas, refuerzo en la zona lumbar y correas ajustables en el pecho y la cintura. Su peso no debe superar el 10% del corporal. Es importante asesorarse en las casas que venden equipamiento de aventura. Nada de comprar cosas gigantes que luego no podrán soportarse ni 3 cuadras.

Tener un plan

Hay que aclarar la mente, buscar información sobre el lugar a visitar y armar un itinerario, que no tiene por qué ser riguroso, pero sí debe ser el primer esbozo para luego reacomodar. “El año pasado fuimos con unos amigos a Salta y Jujuy. En un primer momento habíamos decidido hacerlo en ese orden. Sin embargo empezamos de arriba hacia abajo. Tomamos colectivos hasta Cafayate, luego la Quebrada de Humahuaca, encontramos muy buenos precios de hoteles en Humahuaca y desde allí viajamos a Bolivia y realizamos todo el trayecto puneño. Luego bajamos a San Salvador un día y terminamos en Salta capital y los alrededores en una semana más. Todo se fue adecuando a nuestros requerimientos y al presupuesto. Hasta nos quedamos dos días más en Tucumán y 3 en Catamarca que no habíamos pensado” cuenta Javier, de 24 años.

Ver los atractivos en cada punto a tocar, el tiempo destinado a ellos, decidir un sitio para hacer base o no, ir hospedándose en cada punto del camino depende del plan de viaje. La información es la clave. Muchas veces se piensa que para conocer un destino hay que estar varios días y resulta que con uno alcanzaba. Por ello buscar información, ordenarla según las prioridades, es clave.

Algunos tips

Tomar un mapa y ver los trayectos, cuánto dura cada uno y en qué medios se van a recorrer. Esto también contribuye a aclarar el presupuesto.

En cuanto a los atractivos a recorrer hay que analizar si se necesita comprar tickets con antelación, por ejemplo si van a ir a Machu Picchu o a recorrer Italia, se deben adquirir las entradas al centro sagrado o a los museos por Internet, con tiempo.

En cuanto al transporte en cada destino: el público es el más recomendado, pero siempre depende del lugar y del servicio que preste. Por ello descargar las apps para tener off line los mapas del sitio, las atracciones y sus horarios y las recomendaciones de viajeros, es fundamental.

Investigar en blogs sobre experiencias, preguntar en foros o grupos en redes sociales. Allí se encuentran datos muy convenientes como los barrios más económicos, si es seguro transitar de noche, dónde comer barato, etc.

Si tenés un carnet de estudiante es un pase VIP, ya que posibilita entrar gratis o conseguir descuento en muchos lugares culturales. Muchos museos tienen además, días (u horas) en las que son gratis.

Consejos de expertos

Preparar la mochila. Una frase que debe ser tu mantra: menos es más y nada de llevar algo por las dudas. Hay que tener en cuenta las restricciones para el equipaje de las aerolíneas pero si el viaje es a dedo o en colectivo, el tema debe ser contemplar que se carga la mochila todo el tiempo.

Hay que empacar lo mínimo de ropa, pantalones cómodos tipo aventura o calzas, con bolsillos y telas impermeables, remeras y buzos térmicos si el destino es frío; shorts y algodón si hará calor. En números: 2 pantalones, siempre uno largo, 3 remeras, 2 buzos y abrigo.

Siempre envases pequeños para los productos de higiene personal y cargar guías, recorridos y etapas, como pasajes y horarios, datos de hospedaje en el celular para poder manejarlo off line.

Elegir ropa de secado rápido, que no sólo se pueda lavar fácilmente sino que también se seque más rápido, Siempre llevar impermeable y protección para la mochila. El calzado también es importante: zapatillas o botas que sean cómodas y ya hayan sido usadas, tengan suelas con agarre, sean livianas y, de ser posible, su altura supere el tobillo para evitar torceduras y siempre tener otro par, por cualquier emergencia. En cuanto a las medias elegir un material de fibra sintética que mantenga el pie seco, sin costuras mejor, y de lo contrario usarlas con las costuras para afuera. Un dato: untar los pies con vaselina antes de empezar a caminar varios kilómetros.

Riñonera, se puede llevar en la cintura o en el pecho, con dinero y credenciales.

Dónde comer. Sería genial poder comer siempre en buenos restaurantes, pero cuesta caro. Darse un capricho es bueno, pero el resto viene bien la comida callejera, muy buena en casi todos los países y ver dónde comen los locales. Ahí se almuerza o cena abundante.

Obviamente si optás por camping o hostels, los supermercados salvan y se puede cocinar en el alojamiento.

Los mejores guías, los locales. Interactuar con la población local es muy útil para orientarse, para obtener datos importantes, para hacer amigos.

No olvidar la cámara, las baterías y tarjetas de memoria extra, y tener actitud positiva, siempre.

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