El lunes 6 de marzo, una vez culminada la Fiesta Nacional de la Vendimia 2017, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza cortó el tránsito en las primeras 2 cuadras de calle Arístides Villanueva para comenzar con las tan anunciadas obras.
Se trata de las comprendidas entre Boulogne Sur Mer y Paso de los Andes -uno de los tramos que comprendió el último Carrusel vendimial también- y donde por estos días continúan las tareas de reparación, que incluyen adoquinado de la calzada, tendido eléctrico subterráneo, mejoramiento de acequias e iluminación y nivelación de veredas y calle a una única altura (esto se extenderá a lo largo y ancho de toda la calle, por etapas).
Más allá de que la mayoría de los comerciantes consultados coinciden en que una vez terminadas las obras será más que positivo el impacto, lo cierto es que por estos días quienes viven y trabajan en este par de cuadras reconocen estar preocupados por las demoras en las obras.
El secretario de Planificación e Infraestructura de la comuna, Mario Isgró, confirmó que este tramo estará habilitado recién para la primera quincena de junio.
“Va muy lerdo, y eso que todavía faltan las veredas y que hagan todo el cablerío subterráneo. Habían anunciado que los trabajos iban a tomar entre 45 y 60 días por etapa, pero ya vamos camino a cumplir los 2 meses y queda bastante aún”, manifestó Joaquín López, del tradicional autoservicio Condorito (ubicado en la vereda sur de Arístides, entre Paso de los Andes y Huarpes).
“Cada plazo está previsto que dure entre 45 y 60 días. Pero la primera etapa -la que está en marcha- quedó exenta de ese plazo ya que nos encontramos con situaciones atípicas en lo que se refiere a la construcción de cañeros para que transporten los cables por debajo de las veredas. Se hicieron acuerdos con Edemsa y Telefónica para que los cañeros se adapten a los sistemas y esto ya está en vías de ejecución”, indicó Isgró, alegando que esos trámites estiraron el plazo de la primera etapa, aunque resaltando al mismo tiempo que serán necesarios por única vez y luego regirán para las etapas restantes. “Queremos tener lista la primera etapa para la primera quincena de junio”, acotó.
La baja en las ventas a raíz de estos trabajos también enoja y preocupa a los comerciantes. Según destacaron, han caído entre 40% y 80% ya que han perdido aquellos clientes ocasionales que se manejan en auto -no hay estacionamiento hoy en esas 2 cuadras- o bien a aquellos otros que iban de paso y los descubrían azarosamente.
“Creo que las obras que se están haciendo son muy buenas y mientras tanto hay que aguantar estas consecuencias. Obviamente se resienten las ventas y a corto plazo es una consecuencia negativa, pero cuando reabran la calle va a quedar muy bueno y va a valer la pena”, sintetizó a su turno Perla, del local Up Café, y quien prefiere mirar el vaso mitad lleno.
Aquellos quioscos y librerías - fotocopiadoras que tienen su clientela fija gracias a los alumnos de la Universidad de Mendoza- no sienten tan resentida las ventas ni la actividad, aunque se suman al planteo sobre la prolongación de los plazos.
“Es cierto que la Municipalidad no está cobrando las tasas municipales a los comerciantes que estamos acá y es un reconocimiento. Pero hay que seguir pagando los servicios, los impuestos y el alquiler, y ahí no hay reconocimientos. Al menos la dueña del local me permitió que le pague el alquiler como vaya pudiendo”, contó el estilista Roberto Palleres, quien también sufre las consecuencias.
Demoradas
En las rejas que atraviesan Arístides Villanueva, a la altura de Paso de los Andes -donde comienza el corte y se anuncia el inicio de las obras- la mayoría de los locales ubicados en esas dos cuadras han colgado banners de plástico para que la gente sepa que están en esos 200 metros a pesar de los trabajos y paliar las consecuencias en lo que a exposición se refiere.
“Vivimos de las ventas, y han bajado cerca de 80%. Ha bajado también la cantidad de gente que viene a estas cuadras, más teniendo en cuenta que no tienen dónde estacionar. A eso se le suma que el precio del alquiler sigue siendo el mismo, no lo han modificado a raíz de las obras”, destacó Enrique Núñez, del local de ropa Mohammed ubicado en Villanueva, a metros de la esquina con Boulogne Sur Mer.
“Íbamos a ir a la Municipalidad para ver qué pasa y si puede haber algún otro beneficio, porque habían anunciado una duración de entre 45 y 60 días. Pero vamos camino a los 3 meses, y todavía falta que rompan la vereda”, acotó el comerciante.
“Uno entiende el sacrificio ante una mejora que va a valer la pena. Por estos días viene poca gente, y ni siquiera nosotros tenemos dónde estacionar. Han traído dolores de cabeza las obras, pero no hay que ser incoherente”, acotó a su turno Leonor Vargas, de la casa de alta costura que lleva su nombre en el frente del local.
A unos metros, el estilista Palleres también se refirió a los problemas que llegaron con las lluvias otoñales. “Todo nos ha afectado un montón. Con las lluvias, se transforma todo en un barrial y la gente no viene. Si bien yo tengo una clientela fija, antes del corte estaba lleno todos los días ya que pasaban muchos turistas que elegían cortarse el pelo en el momento. Ahora puedo tener lleno un día, pero vacío el siguiente”, siguió el peluquero.
“A eso se suma que los alquileres en esta zona son monstruosos. Hay restaurantes que abrían al mediodía y a la noche, pero ahora abren sólo de noche porque viene menos gente”, acotó, aunque consideró que con el tiempo va a valer la pena lo que están pasando.
“Van lentas las obras. Da la sensación de que no están trabajando full time para cumplir con los plazos previstos”, se sinceró Agustina, otra comerciante del lugar.
“Las ventas han bajado 40%. Si bien tenemos la clientela fija de la universidad, se ha perdido el cliente de la noche, el que nos veía de paso o bajaba del auto”, indicó Federico, quien atiende uno de los quioscos cercanos a la esquina de Arístides Villanueva y Paso de los Andes.
Adoquinado y veredas al mismo nivel
Ya concretado el acuerdo con los servicios que mudarán su cableado al modo subterráneo, Isgró destacó que en los próximos días comenzarán a trabajar en los cañeros.
“Ya se ha avanzado en el adoquinado de calles y veredas y va a respetarse el mismo ancho que tenían. Al hacer todo de un solo nivel, se logra un aprovechamiento más eficiente del espacio, que será solamente interrumpido por la acequia” destacó el funcionario municipal.
Además, el titular de Planificación e Infraestructura, destacó que las acequias se están reconstruyendo con piedra bola, para darle mejor permeabilidad, y que el único cable que se mantendrá en altura será el del trole -la línea Parque seguirá pasando por Arístides Villanueva-.
Otra de las posibilidades de las que se habló en un primer momento es la de convertir la vía en un paseo peatonal. No obstante, Isgró resaltó que esto no será así, sino que con la unificación se pondrá en valor y mantendrá la función tanto de la calle como de la vereda.
Una vez terminada y reabierta la primera etapa, el corte y los trabajos se mudarán dos cuadras hacia el este, y la segunda parte incluirá Villanueva entre Paso de los Andes y Martínez de Rozas.
“La Municipalidad ha tenido un reconocimiento de tasas con los propietarios de las viviendas y locales de las cuadras que están cortadas ahora, justamente para que ellos le trasladen eso a los inquilinos. Además es importante destacar que el acceso a los comercios no está anulado, aunque tienen una restricción por tramos en las veredas”, concluyó Isgró.