Setenta vehículos largaron, este fin de semana, el “Desafío del Huarpe” 2014, competencia de cross country que unió el desierto de Mendoza y San Juan en dos etapas.
En el primer tramo, del recorrido total de 300 kilómetros, las condiciones climatológicas fueron un obstáculo más para los pilotos y sus navegantes.
En el puesto de llegada, fijado en el paraje de la Difunta Correa, las voces de los competidores coincidían en la rigurosidad de la jornada. Las dunas, paisaje natural del Encón, quedaron ocultas por la niebla y esto demandó mayores cuidados a los corredores.
Los primeros 8 kilómetros se disputaron con temperaturas bajo cero. Allí se puso a prueba la destreza humana porque, sumado al banco de niebla, que impedía la visibilidad a 3 metros de distancia, la exigencia del trazado obligó a resignar velocidad en busca de alcanzar la meta.
Los contratiempos también fueron un motivador para los pilotos, que continuaron con su raid realizando un gran trabajo. El peligro latente de una avería mecánica irreparable, hizo transitar por momentos a estos aventureros a paso de hombre.
Sin embargo, podía observarse los buenos parciales de Ronie Graue (experimentado navegante del sanrafaelino Lucio Álvarez en el Rally Dakar).
Al pisar el kilómetro 130, llegó la parte más dura de la carrera, porque las piedras fueron aliados al abandono. Con el pie en el acelerador, los pilotos fueron achicando los tiempos entre sí y apretando la general de cada categoría. Las ilusiones de una victoria, los animó a pensar en el regreso.