Los portugueses vivieron ayer una jornada de reflexión previa a las elecciones de hoy, para las que las encuestas auguran una nueva victoria del actual primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, aunque sin mayoría absoluta.
Tras una legislatura marcada por la crisis económica y las duras medidas aplicadas a cambio del rescate financiero, casi 9,7 millones de portugueses están llamados a acudir a las urnas. Allí podrán decidir entre 16 candidaturas -13 partidos y 3 coaliciones-, aunque solo dos de ellas llegan con posibilidades reales de gobernar.
Los últimos sondeos apuntan a una victoria de Portugal à Frente, la coalición centroderechista que aglutina a los actuales partidos gubernamentales PSD y CDS-PP y liderada por Passos Coelho, que obtendría en torno al 35% de los votos.
El opositor Partido Socialista (PS) de António Costa, que hasta hace unas semanas era favorito en todas las encuestas, obtendría ahora alrededor del 30% de los sufragios.
La ventaja de la coalición centroderechista no sería suficiente para que los conservadores alcanzaran las 116 bancas en el Parlamento que necesitan para gobernar en mayoría.
Las otras dos fuerzas con presencia en el Parlamento, el Partido Comunista Portugués (PCP) -que acude en coalición con los ecologistas de Los Verdes- y el marxista Bloque de Izquierda (BE) obtendrían cerca del 10 por ciento y el 5 por ciento de los votos, respectivamente.
Sin embargo, sus líderes han manifestado en varias ocasiones que no contemplan la posibilidad de pactar con los socialistas, a quienes han criticado con frecuencia durante la campaña.
El presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva -que tendrá que decidir si encarga la formación de un Gobierno en minoría o intenta buscar otros consensos- tenía previsto dirigir un mensaje al país en las últimas horas de anoche, en una aparición en la televisión estatal en la que apelaría a los portugueses a concurrir a las urnas.