Costó entrar en ritmo, pero se despertó a tiempo y Rivadavia derrotó a Racing Club por 71-56 y se puso arriba 1-0 en la serie de cuartos de final de conferencia. Mañana, desde las 22, en el estadio Prof. Leopoldo Brozovix, se jugará el segundo capítulo. Luego, la serie se trasladará a Avellaneda.
Rivadavia tuvo un inicio demasiado errático y quedó registrado en el marcador con ese furioso 0-9 que se leía en el tablero. Mal en la transición, erró inesperadamente algunos lanzamientos y sufrió con la potencia de Racing bajo el tablero. La mano de Mosconi (7 puntos en ese comienzo) lo pusieron en partido, pero seguía sin reacción colectiva (13-19).
Fueron las decisiones de Fernando “Colo” Minelli las que le dieron otro rumbo al encuentro en el segundo cuarto. Adentro García y Alberici para sumarse a Pérez Da Rold en la lucha bajo los tableros y Llaver a la base. Fue el click. El Naranja encendió motores y se llevó la etapa con cierta holgura (34-29).
La confianza es un bien que se gana desde acciones positivas y Rivadavia a esa altura, desde lo anímico y lo deportivo, era más. Porque siguió adelante con el plan trazado por el “Colo” Minelli: desgaste a los grandotes del rival, a quienes los aciertos le salían forzados, e inteligencia para decidir el movimiento de la bola.
Enorme Pérez Da Rold en defensa y criterio para la conducción en Juan Giaveno. Después, los acoples colectivos, desde los chispazos individuales hicieron el resto.
Ganó el Centro Deportivo Rivadavia y se metió el primer juego en el bolsillo. Este juego era fundamental. Un triunfo que vale oro, por cómo se jugó, por cómo se luchó. El Naranja dio un paso importante, no definitivo. Pero, el primer juego, está en el bolsillo.