El presunto partícipe de los atentados del 13-N en París detenido hace dos días en Bélgica, Saleh Abdelsam, dijo a sus interrogadores que planeaba más operaciones desde Bruselas, y al parecer tenía acceso a varias armas, informó hoy el canciller belga.
El ministro Didier Reynders dijo que Abdeslam, nacido en Bélgica y también ciudadano francés, afirmó durante su primer interrogatorio tras su arresto "que estaba listo para volver a empezar algo en Bruselas".
El canciller agregó que esa "es quizá la realidad, porque hemos encontrado muchas armas, armas pesadas, en las primeras investigaciones y encontramos una nueva red alrededor de él en Bruselas", afirmó, citado por la agencia de noticias EFE.
Abdeslam, detenido el viernes pasado durante un allanamiento en Bruselas, fue acusado ayer de "homicidio terrorista" y es considerado uno de los sospechosos número uno de los atentados de París del 13 de noviembre pasado, que dejaron 130 muertos.
En declaraciones durante un foro académico en Bruselas, el jefe de la diplomacia belga dijo que "por el momento hemos encontrado a más de 30 personas implicadas en los ataques terroristas de París, pero estamos convencidos de que hay otros".
El ministro pidió a las fuerzas de seguridad y a los servicios de inteligencia y las autoridades fronterizas europeas a intercambiar más información para ayudar a seguir el rastro a todos los sospechosos de los atentados en París, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI).
El abogado de Abdeslam, en tanto, dijo hoy que tenía previsto presentar una denuncia contra el fiscal de París, Francois Molins, por violar el secreto de instrucción sobre el caso, según informó el diario belga Le Soir. "La lectura de parte de la audiencia a Abdeslam en una rueda de prensa es una violación", dijo hoy Sven Mary, que anunció que reaccionará a ella ante la Justicia este lunes, en declaraciones al periódico.
Molins describió ayer a Abdeslam, de 26 años, como "un actor clave" en los ataques yihadistas de esa noche porque "tuvo un papel central en la conformación de los comandos", en los preparativos logísticos, y además era uno de los miembros de esas células.
En rueda de prensa, Molins contó que el presunto extremista islámico explicó que quería hacerse explotar en el Estadio de Francia, uno de los escenarios de los ataques del 13-N, "pero dio marcha atrás". Abdeslam rechaza su extradición a Francia, que puede prolongarse como máximo tres meses desde la fecha de su detención.
El fiscal francés dijo también que el hecho de oponerse a su extradición puede rechazar su ejecución, pero no impedirla y aclaró que el reclamo de Francia a Bélgica no toma la forma de una demanda de extradición, sino el de una euroorden, que prevé una tramitación mucho más abreviada. Pero Mary dijo que peleará legalmente contra cualquier intento de que Abdeslam sea entregado a Francia, por considerar que su cliente, que además de la francesa tiene la nacionalidad marroquí, tiene mucho que contar a los investigadores.
"Salah es de gran importancia para esta investigación. Yo diría incluso que vale oro", dijo el letrado. "Está cooperando, se está comunicando, no está insistiendo en su derecho al silencio. Creo que sería conveniente dar a las cosas un poco de tiempo...para que los investigadores puedan hablar con él", agregó.
El siguiente paso formal en el proceso judicial contra Abdeslam será el miércoles próximo, cuando el sospechoso comparezca ante un tribunal en Bruselas.
El sospechoso, que podía ser uno de los poco yihadistas en enfrentar un juicio y posiblemente hablar durante las audiencias, pasó anoche su primera noche en una prisión especial de máxima seguridad ubicada a las afueras de la ciudad de Brujas, en el oeste de Bélgica.
Abdeslam recibió un disparo en una pierna junto a un cómplice el viernes pasado cuando ambos fueron capturados durante una gran operación policial en Brusleas. Estaba escondido en un departamento a unos 500 metros de la casa de sus padres, donde creció.