El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, deberá comparecer como testigo en el juicio por la amplia trama de corrupción, que le hizo perder su mayoría absoluta en 2015, indicó un portavoz judicial.
El líder conservador, de 62 años de edad "ha sido citado como testigo. Aún no tiene fecha", declaró un portavoz de la Audiencia Nacional, tribunal español especializado en los casos político-financieros y de terrorismo, confirmando la petición de comparecencia.
"Es la primera vez que un tribunal -por dos votos a uno- ha convenido que Rajoy tenía que declarar", destaca el historiador Ferrán Requejo, de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona).
La amplia trama de corrupción 'Gürtel', dirigida por el empresario español Francisco Correa, alcanzó a dirigentes del PP como quien fuera su tesorero, Luis Bárcenas, según el cual Rajoy conocía la 'caja B' de contabilidad oculta del PP.
Rajoy siempre dijo no estar al corriente de ninguna de las actuaciones supuestamente ilícitas de miembros de su partido.
Ante el Congreso de los diputados, en 2013, Rajoy admitió que se había "equivocado" al depositar su confianza en Bárcenas.
Correa confesó que pagaba sobornos y hacía regalos a funcionarios del PP para lograr la adjudicación de obras públicas a empresas "amigas".
Según él, parte de esas "comisiones" eran entregadas a Bárcenas.
Dentro del proceso 'Gürtel', 37 personas, entre ellas varios excargos del PP, son juzgadas desde octubre de 2016, sospechosas de participar en una sofisticada red que desvió fondos públicos entre 1999 y 2005.
El caso salpicó entre otros a la exministra conservadora de Sanidad Ana Mato, que se vio obligada a dimitir y procesada en tanto presunta "partícipe a título lucrativo" de los regalos realizados por esta trama a su exmarido, Jesús Sepúlveda, alcalde de Pozuelo (Madrid) entre 2003 y 2009.
La imagen del PP, que gobierna España desde 2011, está profundamente dañada por la proliferación de escándalos de corrupción en los últimos años, que indignó más a la opinión pública a raíz de la grave crisis económica que el país sufre desde 2008.
Los españoles se muestran cada vez más preocupados por estos casos que alcanzan a partidos políticos, sindicatos e incluso a la familia real, ésta a través del 'caso Nóos', en el cual ha sido condenado el marido de Cristina de Borbón, hermana del rey.
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas español (CIS), de principios de marzo, muestra la corrupción como segundo problema más citado por los españoles. Un 44,8% de los encuestados lo situaron entre uno de los tres mayores problemas del país; solo están más preocupados por el desempleo.
La organización Transparency International (TI) destaca en su informe de 2016 que cuatro de cada cinco españoles consideran que el Gobierno no realiza "suficientes esfuerzos en luchar contra la corrupción".
TI sitúa a España en el puesto 41º de 176 países en el índice de percepción de la corrupción, su peor clasificación de la historia.
El famoso SMS enviado por Rajoy a Bárcenas en 2013 ("Luis, sé fuerte"), cuando los problemas judiciales se le acumulaban al extesorero, aparecía en muchas reacciones a la citación del líder conservador el martes.
"Muy corrupto y muchos corruptos en el PP. Lo entendemos, Mariano. Sé fuerte", ironizaba Pablo Iglesias, secretario general de la formación izquierdista Podemos, en un tuit.
También en Twitter se expresó el ex secretario general socialista Pedro Sánchez, preguntándole a Rajoy "para cuándo las responsabilidades políticas" tras su citación.
Desde Ciudadanos (centro-derecha), Inés Arrimadas, presidenta del grupo en Cataluña, subrayó en rueda de prensa que pedirían la dimisión "si Rajoy fuera imputado por corrupción política", cosa que no ha ocurrido.
Mariano Rajoy Brey milita desde 1977 en el PP, entonces llamado Alianza Popular. Desde la base, desempeñó distintos cargos en su Galicia natal y luego cargos ministeriales con el presidente del gobierno José María Aznar (1996-2004), que lo designó como su sucesor.