El presidente del PAOK Salónica, el empresario greco-ruso Ivan Savvidis, pidió este martes "disculpas" por haber interrumpido el domingo el partido ante el AEK Atenas irrumpiendo en el campo con una pistola en la cintura, incidente que provocó el lunes la suspensión del campeonato de fútbol griego.
"Quiero presentar mis disculpas a los aficionados del PAOK, a todos los aficionados griegos y a toda la comunidad internacional del fútbol", escribió Savvidis en un comunicado distribuido por su club, con sede en Salónica.
Añadió que su intención era entrar en el campo para evitar la invasión por parte de los hinchas después de una decisión del árbitro y desmintió que amenazara al colegiado.
El partido del domingo disputado en Salónica fue detenido en el minuto 90 cuando un gol del defensa caboverdiano del PAOK, Fernando Varela, fue primero anulado por fuera de juego por el árbitro Giorgos Kominos, lo que condujo a una fuerte protesta del equipo local, tras la cual el AEK dejó el terreno.
En medio de las protestas Savvidis había entrado en el campo con la pistola en la cintura para amenazar a Kominos.
Unas tres horas más tarde Kominos cambió su decisión concediendo el gol al PAOK lo que le permitiría hacerse con la primera plaza delante del AEK si esta hipotética victoria por 1-0 fuera acordada.
Kominos no pudo convencer a los jugadores del AEK de regresar al terreno al temer por su seguridad.
Amenaza de la FIFA
El lunes el gobierno griego reaccionó de urgencia para poner fin a una nueva escalada de violencia en las últimas semanas que tuvo como colofón la irrupción armada de Savvidis en el césped, imágenes que han dado la vuelta al mundo. Decidió suspender el campeonato hasta encontrar un "nuevo marco" con todos los actores que permita que se retome.
La FIFA, por su parte, amenazó con suspender a Grecia su estatuto como miembro de la federación internacional.
"La FIFA presiona a todos los actores nacionales para que reaccionen inmediatamente para poner fin a la situación inaceptable emergente en el fútbol griego", señaló la institución.
Además la policía griega emitió el lunes una orden de arresto contra Savvidis, que no fue localizado. Este martes, cuando ya no era buscado debido a que la ley griega establecía 24 horas para encontrarlo, el empresario se encontraba en Salónica, según su club.
Savvidis, poseedor de una licencia de armas, incurre en la violación de la ley deportiva -al invadir el terreno de juego-, según especificó una fuente judicial.
Sin embargo este martes varias instancias judiciales se preguntaron porqué no fue arrestado inmediatamente cuando saltó al césped. Savvidis lo hizo acompañado de tres guardaespaldas privados y de un policía a cargo de su protección.
"¿Quién gobierna este país?", preguntó este martes en portada el periódico de izquierda Diario de los Redactores, con una galería de fotos de los dirigentes de los cuatro grandes clubes griegos; PAOK, AEK, Olympiakos y Panathinaikos.
'Proteger a los hinchas'
"Claramente no tenía el derecho de entrar en el campo", añadió en su comunicado Savvidis, añadiendo que esta "reacción emocional" se produjo por "la situación negativa generalizada en el fútbol griego recientemente" y a "todos los incidentes inaceptables, y no deportivos, que se produjeron al final del partido" del domingo.
"Como podía degenerar la situación, mi único objetivo era proteger a las decenas de miles de hinchas del PAOK de las provocaciones, e incluso evitar víctimas humanas", continuó.
"Créanme, no tenía la intención de interferir con los árbitros y no amenacé a nadie, pero desafortunadamente mi familia y yo, así como mis colegas, hemos sidos los rehenes de un mundo del fútbol completamente enfermo", subrayó.
"Peleo y continuaré haciéndolo, a pesar de los constantes ataques, por un fútbol justo, un arbitraje honesto y ganar los campeonatos sobre el terreno y no en los tribunales". "Una vez más, presento mis disculpas", concluyó Savvidis, firmando como "presidente del PAOK".