El preocupante caso del nene argentino que murió por una ameba "come cerebros"

El niño de ocho años se bañaba en Mar Chiquita y adquirió una extraña patología que lo llevó a la muerte. Recomendaciones a tener en cuenta.

El preocupante caso del nene argentino que murió por una ameba "come cerebros"
El preocupante caso del nene argentino que murió por una ameba "come cerebros"

Un nene argentino de 8 años falleció por una meningoencefalitis amebiana primaria (MAP), una extraña enfermedad mortal que adquirió en las aguas de la laguna de Mar Chiquita. Si bien el caso ocurrió en febrero del año pasado, volvió hoy a tomar relevancia tras el reporte difundido por la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas (ISID, por sus siglas en inglés).

El pequeño estaba vacacionando junto a su familia en Buenos Aires en un espejo de agua que estaba contaminado. Comenzó a sufrir fiebre, cefalea y vómitos, además de fotofobia y sonofobia (intolerancia a la luz y a los ruidos), y signos meníngeos.

Las fallas respiratorias y hemodinámicas, junto a un cuadro de encefalitis y un progresivo deterioro sensorio, complicaron la salud del nene, que falleció una semana después de que los síntomas iniciaron.

En un principio se creyó que tenía meningitis, pero no fue hasta un reporte de la Sociedad Internacional de Enferemedades Infecciosas que el caso adquirió trascendencia mundial.

"Es el primer caso de MAP documentado y producido por Naegleria fowleri (el nombre del parásito) en Argentina", indicaron en un comunicado. A raíz de la preocupación surgida por la ameba "come cerebros", especialistas en salud aseguraron hoy que la muerte del niño fue un "caso esporádico", por lo que pidieron "no entrar en pánico" ya que no se trata de una epidemia.

"Son casos aislados, esporádicos, no hay un patrón de epidemióloga de frecuencia en estos casos. Fue una rareza, pero lamentablemente le tocó a este nene en nuestra región", explicó la directora del Hospital Abraham Piñero de Junin, Patricia Barisich.

"Él se atendió en una clínica privada, ahí se le detectó la infección, pero todos los profesionales de la región sanitaria tomamos luego intervención: no había mucho por hacer más que advertir medidas de prevención, como no bañarse con agua contaminadas con residuos cloacales o taparse la nariz si se tiran al agua", comentó la experta.

"La única manera de que entre el parásito es por la nariz a alta presión, pero no hay muchas otras medidas para tomar", agregó.

Según los especialistas, se trata de un parásito que se encuentra en ríos y lagunas de agua templada, generalmente en ambientes tropicales o en piscinas públicas con deficiencias de mantenimiento sanitario.

La infección se produce, generalmente, cuando las personas van a nadar o a bucear a estos lugares. No se encuentra en agua salada.

La "ameba come cerebros" coloniza los tejidos nasales y luego invade el cerebro y las membranas meninges al propagarse por los nervios olfatorios, según los especialistas.

La enfermedad ataca sobre todo a jóvenes activos inmunocompetentes y tiene una "altisima agresividad, ya que una vez que ingresa al cerebro no da tiempo" a nada, apuntó Barisich. "El caso del niño fallecido fue rarísimo y el único en la Argentina, con lo cual no es una epidemia", subrayó.

"Sería importante que la comunidad no entre en pánico porque fue un caso esporádico, y no se sabe si puede haber algún otro caso. En Junín la gente hace mucho deporte acuático y esto no debería afectar las actividades", puntualizó.

La infección por Naegleria fowleri destruye el tejido cerebral, lo que ocasiona inflamación del cerebro y la muerte. La tasa de mortalidad es superior al 97%. Sólo sobrevivieron cuatro personas de las 143 que se infectaron en los Estados Unidos entre 1962 y 2016, informó Clarín.

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