Todo conflicto en Medio Oriente agita el precio del petróleo y este impacta en la economía mundial. Cuando tiembla esa región sube el petróleo y caen las bolsas.
El precio subió más de un 3% ante la escalada bélica tras la muerte de Soleimani y las posibilidades de una guerra. Irán es el sexto mayor exportador de petróleo del mundo e Irak el segundo. Estamos en un mundo muy sensible en donde un tuit de Trump puede hacer subir las bolsas –si anuncia un acuerdo con China– o hacerlas descender, cuando dice lo contrario.
El petróleo siempre se vio afectado en los conflictos bélicos. En este siglo 21, un pico del precio del barril ocurrió en febrero de 2003, en vísperas de la invasión a Irak.
También en julio de 2006 los precios llegaron a 86 dólares por barril por la crisis entre Líbano e Israel, aunque también influía la velocidad de la economía mundial y las tasas chinas de crecimiento.
El pico histórico en 20 años fue de 144 dólares por barril generado por las amenazas de Libia de cortar su producción por los conflictos regionales. Luego vino la crisis financiera de EE.UU. y los precios del petróleo descendieron.
Una escalada en el conflicto puede llevar al petróleo a los valores récord superior a 100 dólares el barril, lo que puede ser beneficioso para los países productores y sobre todo para los exportadores.
Pero tendrá efectos negativos para muchos otros países con necesidades importantes de esa mercadería. Los efectos negativos sobre el comercio mundial también pueden afectar a Argentina y la región.
* Especialista en comercio exterior