El precio de la cebolla

El precio de algo es el resultado de la interacción entre oferta y demanda de bienes y es lo que guía las decisiones de producción y consumo. Este equilibrio se llama “mercado”, y el de la cebolla lo ha perdido.

El precio de  la cebolla

En nota de nuestro diario, bajo el ilustrativo título “Bajó la producción y la cebolla subió 300% en 5 meses”, describe con amplitud y muy buena información lo que está ocurriendo con este producto de consumo masivo. El asunto tratado en esa nota refleja el funcionamiento de los mercados en la economía, y permite efectuar varias consideraciones que entendemos provechosas para consumidores, productores, comerciantes.

En gran parte de nuestra sociedad existe una fuerte resistencia a comprender y aceptar el funcionamiento de los mercados, en plural, ya que son miles los que funcionan a diario, de la economía basada en el libre funcionamiento de ellos. A lo largo de los años, los críticos de ese tipo de economía han logrado crear, en la conciencia de una porción importante de la población, la idea de que ese tipo de organización económica es perversa y perjudicial, que en lo posible debe ser eliminada o al menos fuertemente intervenida por el Estado, como ha ocurrido en los años del kirchnerismo. Debe señalarse también que quienes sostienen que el libre funcionamiento de los mercados genera mayor bienestar para la población, un uso más eficiente de recursos económicos escasos, como ocurre en los países de mayor desarrollo en el mundo, no han sabido explicar y menos persuadir a la población de esos beneficios. La consecuencia es que vivimos en uno de los países más estatistas del mundo y los resultados económicos están a la vista.

Eso que llamamos “mercados” no son una entelequia incomprensible, son las acciones de millones de personas que a diario realizan infinidad de transacciones, desde una tan sencilla como comprar y vender cebollas, a otras muy complejas -que quedan en manos de especialistas- como las transacciones financieras internacionales. Pero el núcleo del asunto es siempre el mismo: cuando hay libertad para operar, los precios resultan de la interacción de la oferta y demanda de bienes y servicios; a su vez, esos precios guían las decisiones de producción y consumo en la sociedad. Esos precios pueden ser muy variables, según el tipo de producto o servicio de que se trate y las circunstancias que rodean la producción y el consumo.

El caso del mercado de cebollas cumple como guía de manual las disquisiciones presuntamente “teóricas” que hemos venido haciendo. Bajó la producción, es decir la oferta, se mantuvo la demanda y subió el precio, si la demanda hubiese disminuido tanto como la producción, el precio difícilmente hubiese aumentado. La demanda se ha mantenido y los consumidores aceptan pagar un precio mucho más alto, porque el gasto de las familias destinado a ese producto es pequeño en relación con otros como carne o pan. El “aumento no se siente”, dice la expresión corriente.

Veamos algunos datos que ayudan a comprender el tema. Ajo y cebolla constituyen el mayor volumen en producción hortícola en el país, pero en tanto el ajo -la mayor parte- se destina a la exportación, en la cebolla ocurre lo contrario, la mayor parte se destina al consumo interno. El consumo de cebolla ronda los 10 kilos por habitante y por año. Hay varias regiones productoras, el sur de la provincia de Buenos Aires y el norte de Río Negro aportan la mitad de la producción. Como consigna la nota, en esa zona bajó la producción afectada por exceso de lluvias. Otra zona de producción importante la constituyen Mendoza y San Juan, cuya cosecha se realiza en verano; en esta época aportan muy poco al mercado. Además se redujo la superficie sembrada porque los precios en la campaña anterior habían sido muy bajos, desalentando a los productores. Esta es una cuestión importante, la producción de hortalizas y legumbres, además de estar afectada por variaciones climáticas, está muy influida por los precios de la campaña anterior y las expectativas que se forman los productores sobre lo que puede ocurrir con la próxima.

En estos días comienza a ingresar al mercado la cebolla de otra zona productora importante encabezada por Santiago del Estero con Córdoba, Salta y Catamarca. Es previsible que los precios se vayan reduciendo. También ingresa cebolla de Chile, pero por calidad el precio es similar al más alto local.

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