El chico de 12 años que está acusado del ataque al jardín vive junto a 23 personas en una casa en Villa Caraza, en una zona humilde de Lanús, en la provincia de Buenos Aires, fue noticia. Se lo conoció como el "Polaquito" y su relato provoca miedo, aunque él diga no tenerlo.
Su padre está preso ("está re en cana", resume su hijo), condenado según dijo el chico por varios crímenes, y él dejó la escuela en cuarto grado. "Si pinta sí, capaz vuelvo" a la escuela, aclara el mismo chico que antes contó su intimidad con la violencia y el abandono.
"Maté a uno pero no me hicieron la denuncia porque era un transa. No me quiso regalar una bolsita de droga y (el disparo) se lo di en la boca. Le di uno acá, que le salió por acá", cuenta ante las cámaras el pequeño, que dice que no tiene miedo, menos a la policía.
“Yo tengo más años que los que entrenaron ellos; no saben manejar una pistola", dice sobre los uniformados de la fuerza municipal, los conocidos "pitufos".
"Yo fumo porro, con merca nevada. No te deja duro, te deja re loco, re mambeado", cuenta y también confiesa que usa una pistola calibre 9 milímetros: "Es una Bersa Thunder, con regulación automática, para que no te tire para atrás", detalla con una precisión más propia de un delincuente con años de experiencia que de un chico que transita sus primeros años de vida.
Y relata que a un cómplice con quien salió a robar le disparó también porque, al haber reducido una camioneta en los monoblocks de Villa Soldati, y recibido unos 50 mil pesos, no le quiso dar los 25.000 que le correspondían a él. "Me quiso cagar mi plata", se justificó el “Polaquito”.
Más allá de que su relato sea cierto, su tono resulta verosímil y, por eso mismo, transmite una sensación de miedo y horror.
"No tengo miedo a nada. No tengo miedo a nada. No tengo miedo a nada", dice el “Polaquito”, en una frase imborrable.
La voz oficial
“Al “Polaquito” lo metemos preso todas las semanas. A las 12 horas sale", sostuvo ayer Diego Kravetz, secretario de Seguridad del municipio de Lanús, sobre la situación de este niño de 12 años que confesó haber matado por droga y cuya historia fue mostrada el domingo por televisión.
"Es una realidad muy dura, que no es atacable únicamente desde la seguridad", sostuvo más tarde el funcionario en diálogo con radio Mitre.
"Si no hay un juez que lo saque del vínculo sanguíneo, no hay solución. Es necesaria una medida cautelar que saque coercitivamente al chico de su hogar sanguíneo. No le hacés ningún favor si el chico vuelve al lugar donde repite sus conductas", indicó Kravetz
"Si la Justicia no nos acompaña un poco, no hay forma de que la cosa se dé vuelta", reclamó el secretario de Seguridad, según lo refleja una nota del diario La Nación.
En PPT
El domingo, el programa de Jorge Lanata presentó un informe sobre el niño de 12 años acusado de robar un jardín de infantes en Villa Caraza, en Lanús. El menor aseguró haber matado a un "transa" y baleado a un hombre que quiso robarle parte de un botín. "No le tengo miedo a nada", dijo.