La gira oficial por China, Singapur y Dubai fue el debut público de la estrategia que el Gobierno provincial ha diseñado para aumentar las exportaciones: las bases o hubs logísticos en ciudades clave del planeta para llegar a más consumidores.
El objetivo es abrir una decena de estas bases en los tres continentes apuntados por su consumo alto o en fuerte alza: Asia, América y Europa. Pero incluso desde una de ellas se plantea empezar a incursionar en el norte de África.
Los hubs son depósitos que permiten stockear mercadería y distribuirla, pero las empresas que las operan también cumplen la función de comercializar esos productos en el nivel mayorista. Así, buscan mejorar las ventas de Mendoza al exterior, que en 2017 sumaron U$S 1.337 millones (de los cuales 712 millones los aporta el vino).
El balance del año pasado preocupa y obliga a doblar esfuerzos: la provincia tuvo una fuerte caída luego de haber alcanzado un pico de U$S 1.806 millones en 2012, está séptima en el país por monto y baja al puesto 14 cuando se consideran las exportaciones por habitante.
Todo por hacer
China, está claro, es el "premio mayor" con sus casi 1.400 millones de habitantes, una economía que no deja de crecer y el ascenso social que experimentan cada año millones de chinos (los que salen de la pobreza y los que se vuelven millonarios). Hoy sólo le vendemos U$S 25 millones.
Pero también es el gran objetivo de todo el mundo y por eso no es fácil. El país, sus funcionarios y sus empresarios saben que son objeto de deseo y aprovechan la situación.
Tal vez las posibilidades sean mayores ahora que hace unos años porque nuestro estandarte, el vino, se ha convertido en un producto aspiracional, que muchas familias que suben en la pirámide social incorporan a sus hábitos de consumo.
El vino no es parte de su cultura, de hecho los almuerzos y cenas se acompañan con un vaso de agua tibia, por lo que su masificación está atada a cierta "occidentalización" de buena parte de la población.
En la misión que terminó hace una semana, el Gobierno ya dejó habilitadas allí dos bases "de ultramar", como le gusta decir al ministro de Economía Martín Kerchner. Están en la capital financiera del gigante asiático, Shanghái, y en la pujante y creciente Guangzhou (o Cantón), puerta de entrada por el Sur.
Pero ya tiene en la mira una tercera que le aseguraría mayor volumen aún con el vino a granel: hay empresas de la región de Dalian (en la provincia de Liaoning, bien al norte y en el límite con Corea) interesadas en embotellar vino de Mendoza allí.
El nexo ha sido aquí el sector privado, la Cámara de Exportadores de Vino a Granel, y el proyecto sería similar al de Singapur: instalar allí una planta de embotellado de tintos y blancos genéricos y también de malbec.
Singapur es hoy la otra pata del plan en el Lejano Oriente, según la estrategia trazada desde ProMendoza con la dirección de Mario Lazzaro. Aunque allí aún no se cierra trato con un hub logístico, hay negociaciones en marcha y además de vino a granel para embotellar, se piensa en potenciar la exportación de fruta.
Este país, que tiene un gran prestigio y eficiencia logística, es la puerta de entrada al sudeste asiático, con sus vecinos Malasia, Indonesia y Vietnam, pero también a India e incluso a China. Los productos reexportados desde Singapur no pagan aranceles allí.
En Medio Oriente, Kerchner dejó habilitada en su gira la base en Dubai. Aquí la estrella es la fruta deshidratada, como ciruela (ya se acordó el primer envío), durazno y damasco. Con el vino (cuyo consumo choca con el Islam) podría incursionarse más adelante, porque de hecho una gran parte de la población son europeos y americanos que se instalaron en los Emiratos Árabes por trabajo.
Para trabajar a futuro, si se consiguiera sistematizar los procesos y conseguir las aprobaciones necesarias, la carne caprina es otra opción de exportación con gran potencial.
Desde esta base, estratégica por su ubicación geográfica, se apunta a todos los países del Golfo Pérsico con los mismos productos, pero también a Egipto, en el norte de África, destino de una próxima misión de ProMendoza, y a India, cuya economía viene creciendo a mayor ritmo que la de China y tiene casi la misma cantidad de habitantes.
Viejos conocidos
Aunque su mercado está lejos de expandirse como el asiático y hay presencia hace décadas de productos mendocinos, desde el Gobierno quieren fortalecer las ventas a Europa, que hoy rondan los U$S 280 millones.
En algún momento se pensó en la holandesa Amsterdam para instalar la base logística, pero todo indica que va a ser en Amberes (Bélgica), siguiendo el plan trazado por la Agencia Argentina de Inversiones.
El segundo paso en Europa será sobre Rusia y algunos países que fueron parte del bloque comunista, como Polonia y Ucrania.
El ruso es un mercado demandante, donde la marca Argentina es reconocida y es un posible destino de vino, ciruela deshidratada y ajo. Y aunque no hay un hub apuntado por ahora, las ventajas son varias, sobre todo a partir de las sanciones impuestas por EEUU y la Unión Europea.
Estados Unidos es el principal destino de nuestra producción, en especial vino, y el plan es abrir una base en el noreste, preferentemente Nueva York, apuntando a otros tres grandes mercados de ese país (California, Texas y Florida) y también a Canadá.
Panamá, donde ya se está trabajando, aparece como el punto ideal para una base que distribuya a todo el Caribe, con el enorme potencial que genera el sector turístico de la zona, y que abarque incluso a la Florida. Vinos, conservas y miel son el fuerte, con la ventaja de que Argentina ya es una marca fuerte.
Cierra, o abre, el mapa nuestro gran socio comercial, Brasil. Allí ya se modificó la estrategia y se busca trabajar con cada Estado como un mercado en sí mismo, sin que todo pase obligadamente por San Pablo. Por eso hay gran expectativa en la respuesta sobre todo de los del sur, como Santa Catarina y Río Grande.
Con vino y ajo como principales productos, aquí no se piensa en un hub por ahora, pero sí en envíos de mercadería en consignación y ventas en bloque, como por ejemplo la que se concretará en unos días a 13 supermercados que se han asociado.
Se viene una gran agencia de promoción
En el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía avanza un plan para unificar los institutos y agencias que hoy existen bajo el paraguas de lo que llaman la Agencia de Desarrollo, Inversión y Promoción de las Exportaciones.
Allí convergerían ProMendoza y los institutos de Desarrollo Rural (IDR), Comercial (IDC) y Tecnológico (Idits), pero también hasta el área de Turismo y tendría una pata la Dirección de Estadísticas (DEIE).
Aunque todas están alineadas con el ministerio, cada una tiene una conducción independiente y en el Gobierno creen que así es más difícil plantear una meta y cumplirla. "No hay visión estratégica", dice el ministro Kerchner.
"La diferencia de Argentina con los demás países es que ellos tienen persistencia, permanencia y consistencia. Persisten en un objetivo, están presentes e independientemente de cómo fluctúe lo demás, sostienen una idea", fundamenta.
Para eso, cree, hay que mantener la visión para que no cambie cuando cambia el gobierno y esa va a ser la función de la agencia, con el aporte privado. "Un proyecto político puede estar 4 años, 8, pero se termina yendo. Los que quedan son los empresarios. Si ellos no tienen la visión diferencial de futuro entonces no se va a sostener la política", dice Kerchner.
El vino y sus variantes para diversificar
En China, los importadores dicen que Mendoza debe diferenciarse por sus vinos de calidad y en el Gobierno admiten que es necesario ese sello de marca para que hasta los de menor categoría puedan ser reconocidos. Pero también se debe pensar en otras variantes del vino, no sólo el nivel premium, que aporten mayor volumen a las exportaciones ante un mercado interno en caída constante.
Esas variantes son el vino a granel, que pueda ser embotellado en el destino, como Singapur o China, y también en mosto para edulcoración, jugos, brandy y bebidas refrescantes de menor graduación.