El durísimo plan monetario que puso en marcha el Gobierno ha logrado frenar con altos costos la escalada del dólar y un coro de economistas, analistas y empresarios advirtió que debe ser desarmado sí o sí en 2019 para evitar que sepulte a la economía.
La actividad está en una olla a presión: por un lado, costos financieros que superan el 100% para un giro en descubierto de una pyme y del 145% para un crédito al consumo, mientras la base monetaria se congela.
Por otro lado, el Gobierno inició un ajuste fiscal de más de 500.000 millones de pesos con vigencia hasta diciembre de 2019, cuando termina el mandato del presidente Mauricio Macri. Esto contempla suba de impuestos y baja del gasto, con afectación de la obra pública.
Y en esa misma olla se cocinan variables socialmente sensibles: aumento de la desocupación y la pobreza. Los salarios perderán este año contra la inflación entre 10 y 20 puntos porcentuales, según el sector. Hasta el momento, acumulan 18,8% de caída desde enero de 2016, según un estudio de la junta interna de ATE en el Indec.
Sin dar porcentajes, esto es abiertamente admitido por el Gobierno. "Sí, los salarios van a perder este año contra la inflación. Lamentablemente sí. Y esperemos que lo recuperen el año próximo", afirmó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una entrevista televisiva.
En la oposición, el senador Miguel Angel Pichetto reconoció que por la nueva fórmula de movilidad que él y su espacio político consensuaron con Cambiemos en el Congreso, las jubilaciones tendrán este año un alza nominal que "oscilará (sólo) los 30 puntos". Así, perderán entre 12 y 20 puntos contra la inflación.
Programa de emergencia
Con la tutela del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central y la gestión Macri pusieron en marcha el nuevo plan monetario y aseguraron que este es un "programa de emergencia" que será desarticulado o recalibrado en julio de 2019.
En la primera semana de implementación, el plan recortó la volatilidad cambiaria y habrá que esperar, al menos un trimestre, para ver su impacto en la inflación, que mensualmente en setiembre fue la más alta desde 1991 y cerrará el año entre el 42% y el 50%.
Pareció escandaloso el 27 de abril cuando Federico Sturzenegger -por entonces presidente del Central- subió la tasa de interés de referencia del 27,25% a 30,25%.
Estupor causó Luis Caputo cuando el 30 de agosto elevó la tasa al 60%. Pero nada de eso sería definitivo.
En su primera medida como tercer presidente del Central en 74 días hábiles, Guido Sandleris disparó la tasa de referencia al 72%. Y fue un cisma: el costo financiero total de un crédito personal está en 145% anual.
Ni siquiera el programa oficial Ahora 12 se salvó: si bien tiene las tasas más bajas del mercado, el costo financiero total saltó del 50% al 57,73%; el Ahora 3 pasó del 36% al 45,37%; el Ahora 6, del 41% al 52%, y el Ahora 18 del 47% al 60%.
La nueva estrategia sirvió para que el precio promedio del dólar baje 7,11% en una semana, hasta los 38,91 pesos, tras subir 107,64% en lo que va del año, realizando un aporte sustancial a la inflación.
Operadores del mercado financiero consultados por este diario aseguran que se está haciendo un esfuerzo extraordinario para bajar al dólar cuando su precio de equilibrio hoy es de 42,08 pesos, si se divide la suma de la base monetaria, Lebacs, Pases y Leliq por las reservas.
Pronóstico desalentador
El Banco Mundial (BM) reveló su informe semestral, en el que sostiene que la recesión en la Argentina se profundizará en los próximos meses, en línea con lo que ocurrirá en el resto de la región.
El organismo dijo que las perspectivas de la región para este año "no cumplen las expectativas iniciales" y calificó a la situación general de "preocupante". Pronosticó una "dramática caída en la entrada de capitales a Sudamérica".
El BM indicó que las razones principales del "crecimiento más lento" para toda la región son las "turbulencias del mercado que comenzaron en Argentina en abril, la desaceleración en la expansión de Brasil, el deterioro de la situación en Venezuela".
Carlos Végh, economista jefe del organismo internacional, opinó que si bien el nuevo plan monetario argentino hizo menguar en la última semana la volatilidad cambiaria, el país "aún está en zona de incertidumbre para los inversores" internacionales por la fragilidad de su economía.
Ante la consulta, el economista y profesor universitario Juan Carlos De Pablo realizó una advertencia: o la tasa doma a la inflación en poco tiempo o la inflación terminará montándose sobre la tasa, lo cual genera un riesgo de estampida de precios.
Y lo explicó con claridad: "Si la tasa es 72% la gente dice 'no voy a tomar ese crédito'. Si vos tuvieras durante 'equis número de meses' la tasa al 72% y vos querés que las deudas se paguen, la tasa de inflación tiene que ser parecida a ese 72%".
“En el mismo momento en que ponés la tasa al 72% vas con Precios Cuidados y le decís 'usted no puede aumentar el precio de la muzzarela más del 15%' y la tasa es 72%. El tipo te entrega la llave y se va”, ejemplificó De Pablo.
Actividad en baja
La ensalada de reajustes es un mazazo para el consumo interno, del que dependen las pymes que generan el 70% del empleo privado registrado. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas cayeron 9,2% en setiembre y 4,3% en lo que va del año.
Esos números son previos a la nueva política monetaria. Y ni hablar de la industria, que entre abril y agosto se hundió 5,15% promedio, con derrumbes de hasta el 16,7% para rubros de mano de obra intensiva como el textil.
La Unión Industrial Argentina había proyectado una contracción del 2,5% para la actividad fabril en 2018. Pero tras la entrada en vigor de la nueva política monetaria, están recalculando y temen una baja del 4%. Esto significaría un derrumbe en el último cuatrimestre.
Ya en agosto, el 59,7% de las empresas avisaba -en una encuesta del Indec- que esperaba una caída del consumo interno para setiembre-noviembre respecto al mismo trimestre de 2017; el 32,4% preveía un estancamiento; sólo el 7,9% esperaba un aumento.
En ese escenario, un descubierto en cuenta corriente para una empresa grande se ubica en el 77% y para una pyme, que usa habitualmente esta herramienta para cubrir contingencias, supera el 103% anual.
El informe Monetario Mensual de setiembre que el Central publicó el viernes. indica que en términos reales y ajustados por estacionalidad, los préstamos en pesos al sector privado disminuyeron 3,6% respecto de agosto, con caídas en todas las líneas de financiamiento.
En lo que respecta a las líneas destinadas a financiar a las empresas, los adelantos disminuyeron 1,9% ajustados por inflación y por estacionalidad. Las empresas se endeudan menos, y eso conlleva a una menor inversión.
Lo afirma el ministro de Producción, Dante Sica: "Las tasas de interés tienen niveles incompatibles con la producción". Y lo refuerza Gustavo Weiss, presidente Cámara de la Construcción: "Es imposible, realmente, desarrollar cualquier actividad con estas tasas".
El economista Damián Di Piace consideró en un encuentro con empresarios que es "importante" que el Gobierno estabilice la macroeconomía pero mientras debe contener la micro evitando embargos de AFIP y financiando capital de trabajo a tasas graciables.