El Gobierno provincial empuja una adhesión al capítulo 9 del Presupuesto nacional y, de paso, planea invitar a adherir a las comunas.
Pero parece que el bloque de senadores del peronismo entiende que el plan del oficialismo crea un problema grave para los municipios, que estarían en la obligación de bajar un 10% el déficit fiscal de sus cuentas.
Ayer, el PJ pegó faltazo y no dio quórum en la comisión que sacaría el despacho que abriría el tratamiento y sanción para el martes que viene.
La génesis de este proyecto del Ejecutivo provincial fue en agosto del año pasado, cuando los gobernadores firmaron una carta intención con la Nación, documento que cerró la devolución a las provincias del 15% de la coparticipación que era retenida para alimentar las arcas de la Anses.
En esa misma carta de intención, se incluyó la contrapartida que debían cumplir las provincias: reducir paulatinamente el gasto público corriente.
La continuidad de esa carta intención vino con el Presupuesto nacional. En el texto se incluyó el capítulo 9, que se dedica a reglamentar condiciones de esa baja paulatina del déficit fiscal. La condición es que el gasto no puede crecer por encima de lo que crezca la economía.
El límite está dado por lo que se conoce como "Producto Bruto Nominal" que, a diferencia del PBI, en el primero se calcula el crecimiento más el impacto de la inflación. Eso implicaría que el límite al crecimiento del gasto público no debería superar alrededor del 23%, según las previsiones oficiales.
La polémica viene con la otra condición. El Gobierno nacional autoriza a las provincias a salir a tomar deuda; en el caso de que alguna necesite cubrir rojo fiscal con endeudamiento y para obtener ese permiso deberá tener un déficit 10% menor al de 2016.
El capítulo 9 del presupuesto nacional se sancionó y las provincias deben adherir a él. El Gobierno provincial remitió el proyecto a la Legislatura para obtener esa adhesión. En el texto plantea también la invitación a las comunas a adherir. Ahí aparecen las dudas del peronismo.
El proyecto ya tiene media sanción de Diputados. El martes el radicalismo lo ingresó oficialmente en la Cámara alta y arrancó la preferencia con despacho de comisión. Ayer esperaban tener el despacho e imponer la mayoría propia en el recinto el martes que viene para transformarlo en ley.
El faltazo masivo del peronismo, más algunas ausencias de radicales, coartaron el plan para el tratamiento express.
El ex ministro de Hacienda Martín Kerchner fue protagonista del capítulo 9 del Presupuesto nacional, por ser el presidente del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal, y fue quien remitió el proyecto a la Legislatura.
Kerchner explicó las condiciones impuestas y también la adhesión de la provincia, que está sobrada en las condiciones para acceder a la autorización nacional para endeudarse: “Mendoza cerró 2015 con 2,5% de déficit respecto del PBG, en 2016 lo bajamos a 2% respecto del PBG y el estimado 2017 es de 1,5% del PBG”.
Acerca de la adhesión de los municipios, explicó: “Deberán cumplir con las mismas condiciones de la provincia, siempre y cuando adhieran a la ley”.
Luego manifestó que las comunas están bien en sus números. “No creo que haya municipios que no cumplan las condiciones”, aclaró para argumentar que no habría problemas para que las comunas adhieran al proyecto.
Pero mientras Kerchner decía esto, otra historia se desarrollaba en el Senado. Al parecer el peronismo no es tan optimista respecto de las cuentas municipales, al menos no de todas las comunas.
"Faltamos a propósito y a ellos les faltaron algunos propios. Querían aprobar contrarreloj un proyecto que al menos requiere la consulta a los secretarios de Hacienda de las comunas. La Nación financia a las provincias con otras vías alternativas al endeudamiento, como los ATN o el programa de refinanciación fiscal; los municipios no tienen otras vías que la coparticipación y la emisión de deuda", dijo Luis Böhm.
Kerchner evalúa a su equipo y le pide que siga su ritmo
El nuevo ministerio de Martín Kerchner es muy grande y tiene muchos funcionarios de segundo y tercer nivel. "No los puedo conocer a todos en cuatro días", admitió ayer el flamante ministro de Economía, Infraestructura y Energía.
Por eso dice que está evaluando a todos, aunque tampoco considera para tanto la afirmación: “Es el mensaje de un jefe”.
“Nadie es indispensable. Los que vayan al ritmo mío se quedan. Pero en general creo que no va a haber cambios. Puede que algunos no sigan el ritmo o que no se sientan cómodos conmigo. Un montón de cosas pueden suceder”, detalla.
Una afirmación fuerte del nuevo superministro de Economía, Infraestructura y Energía. No hay plazos, a priori no hay apuntados, pero está abierta la posibilidad de que alguno salga del equipo que dejó el ex superministro Enrique Vaquié.
Un equipo enorme que se encarga de la economía, la energía y la siempre clave obra pública, sobre todo en años electorales como el que transitamos.
