El proyecto para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) sigue sumando capítulos en la Legislatura provincial. La oposición -principalmente el PJ- había cuestionado el endeudamiento que se requería para ejecutarlo. Ahora, las críticas también son a la iniciativa en sí y piden una revisión.
Silvia Stocco y Edgardo González, diputados provinciales que aseguran haber analizado el proyecto junto a profesionales, elaboraron un documento en el que expresan su postura acerca del proyecto, que aún no ha sido tratado en Diputados y que requiere la mayoría especial (2/3) del recinto. "Ha quedado obsoleto", resumió la legisladora a Los Andes, asegurando que "se pensó hace 12 años".
“Deja a Mendoza en el pasado. No estamos en contra del financiamiento pero sí para este proyecto. Hagamos algo superador. Proyectemos una Mendoza a 30 años. Vamos a invertir en algo peor a lo que ya está, por lo que queremos que se revea”, indicó.
Entre los puntos más sobresalientes del documento, se resalta que la actual iniciativa no prioriza la separación en origen de la basura, que para los analistas es fundamental, y también se refiere a la logística de recolección con camiones de mayores portes -de 6 a 12 toneladas- como "ineficiente". Además, sostiene que al no realizarse la separación en origen (domicilios), los operarios seguirán en contacto con residuos de alta descomposición como los húmedos, por lo que los legisladores consideran que no dignifica al trabajador. "Los ponen a revolver basura arriba de una cinta", apuntó Stocco.
Uno de los cuestionamientos más duros tiene que ver con el aprovechamiento de la actual planta ubicada en El Borbollón. También que se modernice la de Maipú, porque consideran que ambas "son ejemplo de procesos bien desarrollados". En otro de los ejes, hacen hincapié en que no se contempla la separación de residuos como prioridad: "Ni siquiera es un objetivo de mediano y largo plazo".
También piden abrir una negociación para prorrogar el plazo para tomar el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) algo que, con el cambio de gobierno nacional, habrá que analizar. El presidente electo Alberto Fernández se reunió con Luis Alberto Moreno, titular del organismo quien, a priori, garantizó su apoyo.
La negativa del peronismo dejó al Girsu en stand by en la Legislatura y ahora todos los cañones apuntan a que la deuda que deberá tomar la provincia para su desarrollo integrará el proyecto de ley del Presupuesto 2020. En caso de que ésa sea la estrategia del Gobierno entrante, el PJ promoverá el debate en comisiones sobre el documento de su autoría.
El oficialismo no se cierra
Jorge López, vocero del radicalismo en este asunto, aseguró que su bloque está abierto a sugerencias, siempre y cuando no pongan en jaque la factibilidad que ya dio el BID.
"No sea cosa que, por cambiarlo, perdamos el financiamiento. Cada modificación se analiza con la gente del banco y, si dan el ok, se sigue avanzando".
La iniciativa cuenta con estado parlamentario y se espera saber cuál será la estrategia del Poder Ejecutivo, ya con Rodolfo Suárez a la cabeza, para poder conseguir el ansiado aval que viene negando el PJ en los últimos meses. Una de las alternativas es que ingrese dentro de la propuesta del presupuesto. La otra es volver a ponerlo en la agenda legislativa para darle tratamiento, pero está claro que se necesitarán acuerdos por la necesidad de contar con votos que provengan de bancas ajenas.
Para avanzar con el Girsu, la firma del financiamiento debe estamparse en la Nación, y aún se desconoce qué funcionario/a estará a cargo para poder negociar una extensión de plazo. Por eso, desde el radicalismo destacan el haber obtenido ya esa aprobación.
“Este programa se aprobó el 2 de diciembre de 2014. El BID establece los criterios de financiamiento y evalúa la situación de lo que se quiera pedir y autoriza esa inversión.
Las provincias empiezan a pedir financiamiento para sus proyectos. En la gestión anterior no sucedió y cuando viene la nueva, se toma esta posibilidad y se arma este proyecto para que ingrese por esta ventanilla que Argentina tiene pre autorizada. Teníamos 5 años de plazo de gracia que se vencen ahora", explicó.
Aclaró la diferencia con la reconstrucción de la ruta 82, en Luján, cuyo préstamo también provino del mismo organismo, pero en el que el acuerdo fue “de Mendoza con el BID” y, al no tener un intermediario nacional, las negociaciones son más autónomas aunque con plazos más cortos: sólo un año.
Casi seis meses de negociaciones truncas
El proyecto del Girsu ingresó a la Legislatura en junio de este año, junto a tres más: la ya aprobada obra para la Ruta 82; la doble vía de acceso a Rivadavia y Junín y el acueducto ganadero de La Paz. Entre tires y aflojes, el PJ decidió tratar cada uno por separado aduciendo -en la voz de Adolfo Bermejo- que era "mentira" que los proyectos corran riesgo de caerse si no se aprueban de manera exprés.
Poco antes de las PASO provinciales de junio, la oposición se había plantado en tratarlos después de las generales de setiembre. Pero con los resultados en la mano, tanto en
Mendoza como a nivel nacional, el proyecto sigue sin aval en la Cámara baja.
Semanas atrás, los diputados del principal partido opositor agregaron más complicaciones al debate, sosteniendo que para aprobar el pedido de crédito necesitaban más información, además de enfatizar en la situación financiera de la provincia.
Para el 70% de la basura
El sistema de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu), estará Capdevila (Las Heras) y según la secretaría de Ambiente, tratará el 70% de la basura que se produce en el Gran Mendoza, impactando en 1,5 millones de habitantes. El costo de esta obra es de 25 millones de dólares, pero también integra la construcción de dos plantas de transferencia y recolección de basura en el Valle de Uco