Volvió. Era obvio que iba a volver. Aunque en realidad nunca se fue. Porque el Pity Martínez será de River por siempre, hasta la eternidad, ya que el gol que le metió a Boca en la final de la Copa Libertadores en Madrid es el momento más glorioso de la gloriosa historia del club.
Gonzalo Martínez está de nuevo en el Monumental, casi su segunda casa. Pero no te ilusiones... "Hola a todos los hinchas de River. Les habla el Pity (así, en tercera persona, a lo Maradona). Vine a visitar a un club que tanto extraño y agradecido por el recibimiento de los chicos (por sus ex compañeros del plantel) y de ustedes también", fue el mensaje que dejó el 10 este miércoles a través del Twitter oficial de River.
El zurdo de 26 años que el año pasado fue verdugo de Boca en Mendoza (Supercopa Argentina), en La Boca (Superliga) y en Europa (en el Bernabéu) terminó la temporada en el Atlanta United de la MLS de Estados Unidos y está de vacaciones en Buenos Aires antes de irse a su Mendoza natal a pasar las Fiestas en familia. Y claro, el corazón lo llevó hasta Núñez para volver a pisar un rato el césped del Monumental y darles un abrazo a sus amigos y ex compañeros del equipo del Muñeco Gallardo, con quien estuvo charlando un buen rato con el aprecio mutuo que siempre hubo entre ambos.
Ninguna visita más oportuna que la del hombre que definió la final más importante de todos los tiempos en Sudamérica cuando apenas faltan diez días para otra final de Copa Libertadores, que puede ser un hito más en esta inolvidable era Gallardo. Fue un lindo mimo para el Muñeco y sus muchachos, un valioso empujoncito más de motivación para el desafío de logar el bicampeonato en el trofeo más preciado del continente el sábado que viene contra el Flamengo en Lima.
