Más allá de las llegadas de Paolo Goltz, Cristian Espinoza y Edwin Cardona, la sorpresa de este mercado no es por un jugador que llegará a La Boca, sino por uno que se va. Facundo Colidio, es delantero, tiene apenas 17 años y si bien aún no debutó en Primera acaba de ser vendido al Inter de Italia en ¡8.000.000 de dólares! ¿Una locura? ¿Una barbaridad? Un gran negocio por el chico que llegó proveniente de Atlético de Rafaela, en el 2012.
El potencial de Coli, como le dicen sus compañeros, no pasó inadvertido en Boca. Desde el primer día sus técnicos notaron que era diferente, que tenían una "joya" entre sus manos. Y el chico les dio razones. Su debut oficial con la camiseta de Boca fue en Sexta, frente a Talleres de Córdoba. Y, pese a tener 12 años, edad de Séptima, metió tres goles.
Enterados de que el pibe estaba siendo seguido con mucha atención desde Europa, los dirigentes de Boca sabían que tarde o temprano iban a intentar llevárselo. Primero fue la Juventus quien se interesó en él. Y hasta se habló de que la Vecchia Signora estaba dispuesta a depositar 5.000.000 de dólares por él. Sin embargo, terminó siendo el Inter, otro de los pesos pesados del fútbol italiano el que consiguió su pase.
Es por eso que el propio Daniel Angelici monitoreó de cerca la operación de la gran joya de Inferiores. De hecho, el presidente de Boca se reunió por este asunto -entre otros- el jueves 6 de julio, en la Bombonera, con Javier Zanetti, quien estaba al tanto de que la Juventus había evaluado positivamente al punta de los seleccionados argentinos Sub 15 (cuatro goles en el Sudamericano de Colombia) y Sub 17 (dos tantos en el de Chile).
En dicho encuentro, el Pupi, actual vicepresidente del Inter, dejó en claro que el interés del Inter era firme. Y pidió unos días para realizar una oferta concreta, la que no tardó en llegar. Fue ahí cuando Colidio recibió el visto bueno del club para que viajara a Milán, donde se realizó la revisión médica.
Además, acompañado por sus padres (Sergio y Mónica) y su representante (Leo Roffe, de la escudería de Eduardo Gamarnik), aprovechó para conocer un poquito del lugar que se convertirá en su nuevo hogar. Un paseo, no más. Porque sabe que lo mejor vendrá más adelante. Por ahora le resta volver a la Argentina para despedirse de sus compañeros y emprender un desafío enorme.