El nuevo salto del dólar del miércoles consolidó al peso argentino como la moneda emergente que más pierde frente a la divisa estadounidense, al menos en lo poco que va del año. La suba de la divisa en el mercado cambiario local es parte de una tendencia generalizada para casi todos los países periféricos, pero eso no explica toda la historia: el peso se despega de todos sus pares.
Ayer, como fue habitual a lo largo de 2018, el peso argentino se ubicó a la cabeza entre las monedas más perdedoras del día. El salto del dólar implicó una depreciación del 2,18% en una sola rueda, la más importante del día, en compañía sólo del real brasileño, la que más se emparenta con el peso, que retrocedió 1,58%.
El movimiento del día en parte puede ser explicado por los dos feriados que tuvieron tanto Argentina con Brasil a principios de la semana. En esas dos ruedas las monedas emergentes tuvieron mayoría de bajas, por lo que el regreso de las operaciones implicó para esos mercado ponerse al día con los movimientos de las ruedas previas.
Pero, de todas formas, el salto no hizo más que alejar al peso en la carrera por la moneda emergente más floja del año. En lo que va de 2019 cae 7,52% frente al dólar, un cómodo primer puesto que es seguido de lejos por el leu rumano -pierde 3,21% en lo que va del año- y la lira turca -pierde 2,67%-, una moneda que supo acompañar las penas del peso en 2018.
"Hubo un flujo muy positivo en enero y hasta en parte de febrero hacia los mercados emergentes, pero ahora lo que vemos es que Wall Street subió mucho, 11% llegó a acumular en el año, y ahora tambalea, por lo que los inversores se ponen un poco más conservadores y salen de activos emergentes", dijo Alejandro Bianchi, gerente de inversiones de InvertirOnline. "Salen de lo más vulnerable primero, de lo más riesgoso primero, por lo que la caída que viste en el peso puede llegar a estar en línea con una caída del S&P 500 en las próximas jornadas", agregó.
A la hora de explicar por qué Argentina lo sufre más, el riesgo político es el sospechoso de siempre.
Ayer, Wall Street retrocedía de la mano de datos negativos de actividad norteamericana. Ayer se conoció que el déficit comercial estadounidense se amplió a su mayor nivel en 10 años y que las empresas tomaron menos empleados de lo esperado.
"Los números de actividad mundial no son muy buenos, todo apunta a una desaceleración en EE.UU., en Europa, en China. Comercio internacional es un indicador líder de eso y viene mal; manufactura en todos lados viene débil también", enumeró Miguel Zielonka de Econviews para explicar por qué los inversores abandonan activos de riesgo. "A la hora de explicar por qué Argentina lo sufre más, el riesgo político es el sospechoso de siempre", agregó.