El peso de la campaña - Por José Luis Toso

Cornejo será el indiscutido líder de la campaña por el oficialismo. Contra el PJ y su pasado y cuidándose de De Marchi.

El peso de la campaña - Por José Luis Toso
El peso de la campaña - Por José Luis Toso

No quedan dudas de que Alfredo Cornejo será protagonista saliente de la campaña electoral recién iniciada formalmente esta semana. No se le puede reprochar nada al Gobernador. Es válido salir a defender una gestión.

No es el primer jefe del Ejecutivo que se pone al frente de la competencia hacia las urnas, con más razón cuando no hay reelección posible. José Bordón lo logró holgadamente con Rodolfo Gabrielli en 1987 y Roberto Iglesias hizo el milagro con Julio Cobos en los últimos tramos de la carrera, en 2003. Son los dos casos más parecidos en esta etapa democrática en la provincia. Cornejo, en este caso, marca el rumbo y cuenta con el consentimiento de Rodolfo Suárez.

La primera etapa de este largo año electoral termina con las primarias provinciales del 9 de junio. Un mes intenso por delante en el que  el Gobernador pone en juego, además de la calidad de su gobierno, el liderazgo que siempre ha ostentado. Para ello debe lograr que la fórmula que encabeza Suárez no deje dudas con respecto a la de De Marchi.

Luego tendrá Cornejo la pelea fuerte con el peronismo por la conducción de la provincia. En realidad esa pelea ya la está dando y por eso sus duras apreciaciones sobre las gestiones que lo antecedieron y los desafíos que lanza a los precandidatos provinciales Anabel Fernández Sagasti y Alejandro Bermejo. Ayer, en el marco de la fiesta anual ganadera de General Alvear, el jefe del Ejecutivo aprovechó cuanto contacto tuvo con la prensa para decir que el peronismo sólo dejó un laberinto administrativo y casos que terminaron en la Justicia. El fallo reciente contra Luis Lobos le sirvió en ese sentido.

Sin embargo, primero el cornejismo debe sortear a De Marchi. Y si lo consigue sin dejar dudas, mejor. Una eventual caída de la fórmula radical ante el intendente macrista de Luján dejaría muy mal parado a Cornejo en todo sentido. Por eso la partida es importante para el Gobernador: ganar y por buena diferencia el mano a mano de las PASO. Para De Marchi y su entorno, en cambio, perder por no más de ocho o diez puntos porcentuales de ninguna manera sería una mala experiencia y dejaría a ese sector macrista de Cambia Mendoza con voz y voto dentro de la eventual coalición del futuro gobierno provincial.

Mientras tanto, en el peronismo provincial están convencidos de que la crisis económica nacional, con su repercusión negativa para el gobierno de Macri según la gran mayoría de las encuestas, también termina afectando la imagen de la gestión de Cornejo. Y ello podría repercutir también en las expectativas de Cambia Mendoza, en especial en la fórmula que encabeza Suárez, la más identificada por la gente con el gobierno provincial.

Por otra parte resaltan en el justicialismo provincial el impacto que, según sus dirigentes más encumbrados, significó el triunfo de sus cuatro intendentes reeleccionistas en las PASO recientes de San Martín, San Rafael, Lavalle y Tunuyán.

Entienden en el principal sector de la oposición mendocina que la gente no separa muy claramente la realidad nacional de la provincial. Una postura que choca con la estrategia del cornejismo, que sí busca diferenciar los malos pasos que en materia económica ha dado la gestión de Macri de los avances en el manejo de las cuentas públicas y en materia de servicios a cargo de la gestión liderada aquí por la UCR.

Pero los riesgos están latentes. Por ello no faltan en el oficialismo quienes siguen lamentando que el desdoblamiento provincial haya quedado inserto en el proceso electoral nacional. Ya se ha señalado al respecto que preocupa mucho en el radicalismo que una mala elección de Cambiemos en las PASO de agosto repercuta en las generales provinciales de fines de setiembre, cuando se deba elegir al sucesor de Cornejo.

Además de la figura del Gobernador, una de las fortalezas que tiene la fórmula que encabeza Rodolfo Suárez son los intendentes, estructura de la que proviene y que a partir de ahora le debería servir de apoyatura para encarar la campaña de las primarias. Pero hay quienes por las dudas advierten que no se debe descartar que con el actual contexto hasta los más encumbrados “caciques” radicales, como Marcelino Iglesias y Tadeo García Zalazar, registren alguna merma en la intención de voto. Lo mismo se puede esperar de Daniel Orozco, en Las Heras, donde el PJ viene realizando una fuerte apuesta, en especial para quienes pretenden pisar fuerte otra vez valiéndose de la histórica presencia de Guillermo Amstutz.

En cambio, el que no cuenta para nada con la citada base de sustentación departamental es el competidor de Suárez en las PASO locales, Omar De Marchi. En el reciente festejo lujanino, el precandidato por el Pro no tuvo la presencia de autoridades provinciales trascendentes ni de jefe departamentales radicales. Un dato muy claro de la rispidez existente más allá de los pedidos por una competencia cordial que vienen reclamando desde el núcleo del macrismo nacional. Como argumento notable faltazo se debe recordar que a la misma hora todo el radicalismo activo se dio cita detrás de Cornejo en la tradicional paella de Bowen, en el marco de la Fiesta de la Ganadería. Ausencias a duras penas justificadas...

Por el lado del justicialismo,  expresan un prudente optimismo. No se valen tanto de las encuestas sino de lo que palpitan al recorrer periódicamente la provincia. Creen que la situación económica en general no mejorará y que Mendoza no podrá escapar de la encerrona electoral que al eje macrista-cornejista le tenderá la instalada sensación de crisis irreversible.

Por eso un experimentado dirigente del ex sector Azul, muy allegado a una de las fórmulas que competirá en las PASO, aventura que “el que gane entre nosotros en junio será el próximo gobernador de Mendoza”. Mucha ansiedad, sin duda.

Como señalábamos antes, creen, tanto entre los más ortodoxos del peronismo local como en los sectores kirchneristas, que las primarias anticipadas en los cuatro departamentos, más allá del indudable liderazgo de sus intendentes, pueden marcar una tendencia favorable al justicialismo que luego se traslade a las convocatorias generales que vienen.

Otro dato es que c consideran que habrá una gran polarización entre Cambia Mendoza y el frente que encabeza el PJ y eso se reflejaría claramente en la sumatoria de porcentajes entre ambos sectores con relación al resto de los participantes en las primarias. Por lo tanto, a los peronistas no les interesa tanto ver qué espacio se impone sino qué grado de adhesión de votantes obtienen.

Aunque habrá que ver cómo se resuelven los posicionamientos a nivel nacional y qué relación tienen con los sectores internos mendocinos. Las primarias locales serán el 9 de junio; todos prometen que sea cual fuere el resultado, ganadores y perdedores irán de la mano hacia la batalla por la Gobernación. Pero recién el 22 de ese mes se concretará el cierre de fórmulas y listas nacionales y no está para nada claro si todo el conglomerado peronista derivará en un solo liderazgo o si, como se supone, habrá por lo menos dos opciones.

Nadie saber con certeza si Cristina Kirchner finalmente se presentará o si sugerirá el apoyo a alguien en especial. Y están los que opinan que aun con la ex presidenta volviendo a candidatearse es poco probable pensar en una sola fórmula nacional. Dudas que podrían llegar a trasladarse a la dirigencia local.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA