El hospital Perrupato modificará una de las habitaciones de internación en el área Traumatología, con la idea de reforzar su estructura y permitir allí el alojamiento seguro de presos que deban ser hospitalizados.
La medida es inédita para un hospital de la zona Este y responde, en parte, a la falta de seguridad que muestran hoy las instalaciones del hospital de San Martín, donde suelen quedar internados pacientes judicializados, derivados desde el Gran Mendoza.
Patricio Contreras, director del Perrupato, confirmó que el hospital trabaja en el proyecto y que la idea ya fue aprobada desde la Provincia.
“Se armó en el Perrupato un protocolo de seguridad y dentro de esa norma hay un proyecto para dotar de más seguridad a una de las habitaciones de Traumatología. Se envió el expediente a los ministerios de Salud y de Seguridad, y ya le han dado el visto bueno. Estamos en la etapa de buscar presupuestos para realizar la obra, que esperamos tener lista antes de fin de año”, comentó el director.
Este proyecto se apoya en un grave antecedente, ya que durante la siesta del 14 de febrero de 2015, tres delincuentes armados entraron al Perrupato y rescataron a sangre y fuego, a Cristian 'Pirincho' Tapia (35), un preso que estaba internado y que había sido operado por una herida de bala en el abdomen.
Aquel día, los delincuentes bajaron de un Honda Civic, ingresaron al hospital y caminaron hasta la habitación 34. Ni bien traspasaron la puerta y sin darle tiempo a nada, dispararon en el pecho al policía Jonathan Funes (25), que custodiaba la habitación.
Mientras Funes se desvanecía en el suelo, los delincuentes ayudaron a Tapia y juntos salieron del hospital por la guardia, subieron al Honda y huyeron del lugar.
La banda fue detenida a los pocos días y hoy, los cuatro acusados por la muerte del policía Funes han sido llevados a juicio, en un debate que se desarrolla en los tribunales de San Martín.
“Ese caso mostró las fallas en seguridad de un hospital que no está preparado para alojar pacientes judicializados. Por eso es que armamos este expediente”, agregó Contreras.
La sala de internación que será reforzada es la primera dentro del pasillo de Traumatología, una de las más cercanas a la Guardia del hospital y a la portería.
Contreras explicó que se buscó esa habitación, cercana a la portería, “para tener un mayor control, ya que el proyecto incluye la instalación de cámaras de seguridad, con la idea de tener, al paciente judicializado, monitorizado durante las 24 horas”.
A la habitación se le va a colocar un enrejado en la ventana que da al patio interno del hospital. Además, tendrá una doble puerta de reja, la primera es la que da al pasillo de Traumatología y la segunda, se montará luego de pasar la puerta del baño.
Así, y si el paciente pide ir al baño, el custodio abrirá la primera reja pero siempre quedará cerrada la que permite salir de la habitación. La habitación tendrá un enrejado por arriba del cielorraso, donde hay una especie de entrepiso que sirve para distribuir los sistemas de calefacción y luz.
Habrá un sistema de cámaras en los pasillos que llevan al servicio de Traumatología y una cámara más en la Guardia para controlar el acceso a esa habitación,
Hace unos meses, el Perrupato volvió a tener internado a un paciente judicializado: “Se generó una ansiedad en el personal, porque fue casi un revivir el drama que ocurrió en 2015. Por eso se decidió, mientras estuvo ese paciente, suspender la visita en todo ese servicio. Además del policía que vigilaba la habitación hubo dos más, uno en cada punta de ese pasillo”, explicó el director y observó que una vez modificada la habitación, las rejas más la custodia interna de un solo policía será suficiente seguridad.
