El peronismo local sigue sin poder hacer pie. La derrota electoral del domingo se suma a una larga seguidilla de malos resultados en comicios provinciales y nacionales, que lo llevan a 8 años sin victorias en las generales. Desde 2011, su último triunfo electoral que consagró gobernador a Francisco Pérez, los candidatos del PJ ganaron sólo una de las 12 elecciones que se desarrollaron en la provincia, todas a manos de sus rivales del radicalismo.
Fue el 23 de octubre de 2011 cuando Pérez ganó por una amplia diferencia la gobernación contra una UCR que postulaba a Roberto Iglesias. El ex gobernador radical había pedido sin éxito el corte de boleta, ya que temía lo que finalmente se dio: un arrastre importante de la figura nacional, Cristina Fernández de Kirchner, a todas las categorías locales de la lista del Frente para la Victoria (FPV).
Desde esa elección, el PJ no ha vuelto a ganar otra votación general, tanto nacional como provincial. La única que logró fue por sólo medio punto de diferencia, el pasado 11 de agosto en las primarias para diputados nacionales. Ese resultado fue el que el domingo revirtió el oficialismo provincial comandado por Alfredo Cornejo, sacando 14 puntos a la lista que encabezó Marisa Uceda.
Para la dirigencia peronista, la causa de esta última caída fue la "fuerte polarización" que provocó que ciudadanos que antes se habían inclinado por otros candidatos en la elección presidencial (Roberto Lavagna, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert), esta vez decidieron apostar por Macri y Cornejo.
El derrotero peronista
El calvario de 8 años sin victorias electorales del peronismo en Mendoza comenzó en las legislativas de 2013 y se agudizó después, a medida que la gestión de Pérez se fue desbarrancando, ayudada por los desbarajustes económicos de la segunda presidencia de Cristina Fernández.
Eso, y el ascenso del radicalismo detrás de la figura de Alfredo Cornejo, generaron al PJ una catarata de derrotas en 2017, 2015 y 2019, con la fugaz excepción de las mencionadas PASO nacionales de ese año.
En 2013, la recordada "Gente de Cobos" le ganó por una amplia diferencia -en las primarias y generales legislativas- a un peronismo que sufrió por partida doble, ya que no sólo tuvo malas elecciones sino que vio cómo la izquierda le quitaba votos y una banca en el Congreso, de la mano de Nicolás Del Caño.
Ese año el radicalismo obtuvo el 47,6% de los votos (entraron como diputados nacionales Julio Cobos, Patricia Giménez y Luis Petri), el peronismo 27,1% (entró Alejandro Abraham) y el FIT llegó al 14%.
El 2015 fue un año aún más negro para el peronismo, ya que perdió tanto en la provincia como en la Nación. El entonces gobernador Pérez decidió desdoblar los comicios de los nacionales pero no pudo evitar la derrota de Adolfo Bermejo contra la coalición Cambia Mendoza armada por Cornejo: fue 48,3% a 42,4%. De esta manera, el radicalismo pudo consolidar la victoria en las PASO en las que el PJ había definido su candidato con tres listas en la interna (Bermejo, Guillermo Carmona y Matías Roby).
Después, en la elección nacional en las que Mendoza eligió senadores y diputados, ocurrió lo mismo, aunque con un menor margen de votos entre las boletas que acompañaban las candidaturas presidenciales de Mauricio Macri (Cambiemos) y Daniel Scioli (FPV).
En esas generales, Julio Cobos, candidato a senador, ganó con el el 42,8% contra el 30,5% que obtuvo Anabel Fernández Sagasti. Estos números se replicaron casi sin cambios en la elección de diputados.
Dos años más tarde, las legislativas de 2017 serían otro golpe duro para un peronismo que debía cargar con una gestión de Pérez valorada negativamente por la sociedad, y sumar internas entre el sector de los intendentes y el kirchnerismo. Esto lo afectaría también en las elecciones generales, ya que tuvo aún menos votos que en las primarias.
El resultado fue una diferencia de más de 20 puntos entre Cambiemos y el FPV (45,7% a 25,3%). Ese año, Claudia Najul fue quien encabezó la lista de diputados de la coalición gobernante (entraron además Luis Petri y Federico Zamarbide) y Omar Félix la del peronismo (el único peronista en obtener una banca). El puesto restante fue para José Luis Ramón, quien sorprendió sumando el 17,2% de los votos.
Este año, como en 2015, también hubo un festival de elecciones y de derrotas para el partido, que se ilusiona con revertir la mala racha a partir del triunfo de Alberto Fernández en la presidencial. En las provinciales, Rodolfo Suárez ganó la gobernación contra Fernández Sagasti (49,8% a 34,9%) después de haber derrotado a ella y a Alejandro Bermejo en las PASO. En tanto, en las nacionales -como se dijo- Cornejo le dio vuelta la elección a Uceda (52,3% a 38%).
El efecto ‘Paco’ Pérez y la interna partidaria
En relación a la dura derrota del domingo en Mendoza, Guillermo Carmona, presidente del PJ, sostuvo que se está haciendo un "análisis más profundo". Y respecto a las sucesión de fracasos desde 2013, indicó que la "situación crítica a la salida del gobierno de Pérez (en 2015), lamentablemente se proyectó a futuro". No obstante, también sostuvo que "el peronismo asumió tardíamente un claro rol opositor a la propuesta de Cambia Mendoza".
"Hoy tenemos un peronismo movilizado y en proceso de revitalización, que esperamos consolidar y afianzar con un plan político para Mendoza en conjunto con el gobierno de Alberto Fernández", sostuvo.
Pero también dijo que lo que complicó los últimos años al PJ fue un "desgaste" en las internas, sobre todo en 2017, entre el peronismo orgánico (de los intendentes) y el kirchnerismo. "Ahora tenemos una dirigencia política más madura, que comprende que este proceso de unidad es fundamental y que no necesariamente quiere decir que no haya internas constructivas".
Además, habló sobre la necesidad de “reconstruir un vínculo” más fuerte con los mendocinos, de “mayor proximidad”, y aseguró que “se tendrá un plan para gobernar la provincia en cuatro años”.
Para el consultor y analista político Elbio Rodríguez, al peronismo le ha jugado negativamente en los últimos años "seguir siempre a una política nacional, pero no reforzar un proyecto local para los mendocinos".
“Lo vulnera el transformarse en algo más de afuera que de adentro. Mientras Cobos o Cornejo han sido los ‘mendocinos’ con proyectos locales, en el peronismo siempre se ha hablado del proyecto nacional, más vinculado con los presidentes”.
En este sentido, opinó que el domingo "lo que pesó para dar vuelta la elección fue lo provincial. Para Rodríguez, "un gran porcentaje estaba decepcionado con Macri pero también consideraba como un peligro el retorno de Cristina (Fernández). En la balanza terminó inclinandose para Cornejo y su proyecto local", acotó.
“El PJ creo que deberá repensar Mendoza con propuestas que sean para los mendocinos”, finalizó.