Francisco Pascasio Moreno, también conocido como el Perito Moreno, fue científico, naturalista, explorador, conservacionista, geógrafo y explorador, integrante de la llamada Generación de los '80.
Nació en Buenos Aires en1852 y murió en noviembre de 1919. Su existencia está relacionada con la exploración de la Patagonia, la Conquista del Desierto, la creación del Museo de Ciencias Naturales y el scoutismo argentino, la cuestión limítrofe con Chile, el surgimiento de los parques nacionales y un sinnúmero de cuestiones más vinculadas al desarrollo del país.
Pero no es el abordaje del científico o el político el encarado por uno de sus bisnietos, el abogado Valentín Ugarte, quien ha escrito un libro titulado "Perito Moreno. Historias inéditas de su vida", editado en Mendoza por Qellqasqa.
Ugarte, especialista en derecho vitivinícola, compuso una obra de 95 páginas, redactadas en tono coloquial sobre la existencia del famoso pariente, a través de diálogos mantenidos con su madre, la nieta del hombre público, Leonor Moreno, "Mocita", fallecida hace 8 años.
Es un cuaderno de notas, un registro familiar, surgido de conversaciones de dos o tres horas que el abogado mantuvo en varias oportunidades con su progenitora, en la casa de calle Echeverría de Godoy Cruz, recreando un siglo y medio de la familia Moreno.
"El lector encontrará allí relatos desconocidos, y preservados, hechos que creo son nuevos", explica el autor, en su domicilio del barrio Del Pilar de Guaymallén.
En los primeros tramos de la obra aparece el relato de la creación y desarrollo de la estancia La Menena, en Batavia (San Luis), la condición de mecenas del arte del hombre evocado y más adelante, su relación con los indígenas del sur, entre otros tópicos.
En el relato de la madre, transcrito por Valentín, no se rehúye el tratamiento de las críticas formuladas a Moreno por su trato con los indios, algunos de los cuales vivieron y murieron en el museo de La Plata. Mocita le transmitió a su hijo que "el abuelo siempre se preocupó por ellos y que en realidad los protegió".
Valentín cuenta que su madre, con palabras simples, abrió paso a "conflictos, ilusiones y frustraciones de sus antepasados". Tal vez cooperó para ello la existencia de una tradición literaria que sesgaba a la familia de Leonor, a través de hombres de las letras como Florencio y Juan Cruz Varela, Miguel Cané, y su primo Mujica Lainez. "Tenía muchas fotografías, cartas, y de cada una surgía una anécdota", explica el letrado.
Ugarte añade que en lo personal siempre le interesó la historia y escribir, condición que heredó de su padre, Valentín Julián Ugarte, militar, escalador y cronista del Aconcagua.
"Para mí la literatura -afirma el abogado- era y es inseparable de las visiones políticas. Se unen la preocupación social y política, por una parte, y el descubrimiento de una nueva literatura, por el otro".
Tal fue su entusiasmo por plasmar la memoria que comenzó con una seguidilla de cursos de literatura y escritura. Esa actitud contribuyó al momento en que empezó a redactar sobre el Perito Moreno.
En ocasiones, los narradores se acercan al papel atraídos por una necesidad difusa de expresar algo, pero no saben qué van a decir. Eso no le ocurrió al entrevistado. Se trataba de transcribir algo que venía oyendo en el seno de la familia, en especial de su progenitora, sobre el hombre trascendente en el clan. Sobre las bondades de su carácter, intimidades e imperfecciones, y algunas de sus pertenencias.
También tenía en claro que el libro no debía estar hecho con fragmentos de otras obras, que lo convirtiera en un centón, lo que le parecía un error.
En algún momento dudó en publicar o no revelaciones que parecían íntimas. Después se dio cuenta que si no publicaba los testimonios, nadie lo haría. Y encaró la tarea, con el apoyo de su esposa, Raquel Bevegni. Y el emprendimiento se hizo realidad.
