Roberto Martínez nació en Las Heras hace 44 años y desde chico vivió en España. Allí se dedicó al periodismo deportivo y en Barcelona conoció a Leo cuando éste tenía 14 años; también a otros argentinos que jugaron en el blaugrana, como Saviola, Riquelme, Bonano y Sorín. Hoy día, es enviado especial del diario Mundo Deportivo, de Barcelona, y columnista de la web de Espn.
Su padre, de igual nombre, fue un futbolista surgido de Nueva Chicago, que se consolidó en Huracán Las Heras y luego continuó su carrera en Unión y Banfield, hasta que terminó jugando en Real Madrid y en la selección española.
Oriundo de Buenos Aires, había conocido a su novia, María, en Río Tercero, en un viaje de egresados. y familiares de la joven, todos afincados en suelo lasherino, pertenecían por entonces a la dirigencia del "Globo", a fines de los'60 y principios de los '70.
Del matrimonio entre Roberto e Inés nacieron tres hijos: Roberto (h), Liliana, nacida en Barcelona, y Ana Belén, oriunda de Buenos Aires.
"En Mendoza siempre estoy agradecido y en contacto con las familias Sánchez, Escudero y González. Mis tíos siempre me echan en cara que hace mucho que no estoy por allí. Todos son lectores de Los Andes desde siempre", dice Roberto, en el Centro de Prensa del Arena Corinthians, de Sao Paulo.
Roberto es un apasionado por el fútbol y también escribió un libro sobre los futbolistas argentinos que jugaron en Barcelona.
"Recuerdo una anécdota cuando por un amigo en común le pedí a Menotti que me escribiera el prólogo de mi libro. La cuestión es que el "Flaco" le pregunta a mi conocido si en el libro estaba Tato Mur. La cuestión es que tuve que investigar con todo lo que tenía a mi alcance, hasta que logré ubicar en el texto a Tato Mur", comentó, en tono risueño.
Martínez, además, sigue los pasos de Messi desde que éste tenía 14 años y es amigo de su familia.
"Leo es una persona muy ubicada y para nada dictador como alguna vez escuché por ahí. Todo lo contrario, nunca fue conflictivo y siempre aportó positivamente para los grupos que le tocó integrar", agrega.
Entre las anécdotas, recuerda el fervor de Ronaldinho por el mate y cómo era una curiosidad para el resto de sus compañeros del Barcelona.
"Ronaldinho vivía con el "chimarrao", como le dicen al mate en el sur de Brasil, de donde él es originario. Se la pasaba mateando y despertaba las sonrisas de todos por su afición", evoca.
De su padre, recuerda: "En el Espanyol jugó con gran suceso durante tres temporadas y luego lo compró Real Madrid; allí, ganó cinco ligas y dos Copa del Rey en seis años. Luego se nacionalizó y jugó cinco partidos (marcó dos goles) en las eliminatorias para el Mundial'74. Se retiró a los 36 años, tras una lesión".
Prometió estar en Mendoza apenas tenga una oportunidad de hacerlo y volvió a saludar a sus familiares cercanos. "Ya voy a estar por allí y será una buena oportunidad para visitarlos", finalizó.
