El Peregrinaje de la bibioteca y museo San Martín

Años de proyectos y decisiones debieron pasar para que estos edificios comenzaran a funcionar en los terrenos que eran del General.

El Peregrinaje de la bibioteca y museo San Martín
El Peregrinaje de la bibioteca y museo San Martín

Desde hace más de 60 años, la Biblioteca y el Museo General San Martín ocupan un lugar en la Alameda de nuestra ciudad.  Tanto la biblioteca (creada en 1822) como el museo sanmartiniano (en 1913, que desde ese entonces es custodiado por las Damas Pro-Glorias Mendocinas) estuvieron en diferentes inmuebles y por las mudanzas se perdieron importantes colecciones, libros e impresos.

Fueron muchos los años que ambas instituciones estuvieron trasladándose de un lado a otro, hasta que en 1956 se establecieron definitivamente.

Conozcamos esta interesante historia del edificio relacionado con el Libertador.

General con propiedad

El 10 de octubre de 1818, unos meses después de la gran victoria de Maipú y de paso por Mendoza,  el entonces Capitán del Ejército Unido, José de San Martín, compró a don Antonio de la Puente dos terrenos junto a la Alameda. Estos sitios estaban ubicados en la actual manzana comprendida entre las calles Remedios de Escalada de San Martín, Corrientes, Rioja y Urquiza (Ciudad).

Después de la adquisición de este sitio, el militar partió hacia Chile con el objetivo de preparar la campaña libertadora al Perú, que saldría el 20 de agosto de 1820.  Después, de su partida hacia Europa en 1824, los terrenos que compró quedaron abandonados, a pesar del cuidado parcial de Josefa Morales de los Ríos, amiga del héroe. San Martín siempre se negó a venderlos o alquilarlos. A su muerte, su hija y heredera, Mercedes San Martín de Balcarce, otorgó un poder a don Salvador Civit, el 31 de octubre de 1871, para vender estos lotes como también la Chacra de Barriales (departamento de San Martín). La venta se realizó a don Ezequiel Tabanera ese año.

El sitio fue declarado, en 1941 lugar histórico por el Poder Ejecutivo Nacional, señalado por placas alusivas de bronce, pero ocupado por modestas casas de negocios. Además fue insertada una rueda de molino que había sido recogida de la chacra del prócer, en la localidad de San Martín.

Proyectos varios

Muchos fueron los proyectos que se intentaron ejecutar para construir una biblioteca y museo en la ciudad de Mendoza durante principios del siglo XX sin tener eco, tanto en el gobierno nacional cuanto en el provincial.

En 1927, el entonces diputado nacional Jorge Calle presentó por primera vez un proyecto de ley por el que autorizaba al Ejecutivo para construir en nuestra ciudad capital la sede de su histórica sala de lectura creada por el General San Martín, iniciativa que no logró el éxito

Cinco años más tarde se destinaron unos 100 mil pesos para erigir un edificio para la biblioteca y museo, cifra que luego fue triplicada, pero todo quedó sin efecto.

En octubre de 1942 el Poder Ejecutivo Nacional, en su ley de construcciones de escuelas, incluyó una partida para la Biblioteca San Martín. A fines de esa década y aprovechando un gobierno que le dio gran impulso a los temas sanmartinianos, se puso en marcha desde la Legislatura local un proyecto para construir el edificio que albergaría a biblioteca, archivo y museo en el mismo sitio en donde el Padre de la Patria había adquirido un terreno en 1818.

Un lugar en el mundo

El viernes 2 de setiembre de 1949, en la Cámara de Diputados de la Provincia, quedó aprobado un proyecto de ley presentado por diputado provincial justicialista Julio Fernández Peláez por el cual se declaró la expropiación del “solar histórico” que perteneció a San Martín, ubicado en la Alameda.

En aquella histórica sesión, Fernández Peláez destacó la importancia  patriótica de la recuperación del lugar y ningún legislador de la oposición dejó de apoyar aquel proyecto, que incluía la expropiación del sitio y ordenaba instalar allí el Archivo Histórico de la Provincia y la Biblioteca y Museo General San Martín.

El fundamento histórico de esta iniciativa sobre el “Solar de San Martín” se basó en la recopilación de documentos por parte del militar Alfredo Astudillo Bustos, a quien se le otorgaron 300 pesos por el trabajo. Dicho proyecto facultaba al Poder Ejecutivo con 200 mil pesos para la expropiación del inmueble (ley 1.812).

Construcción en marcha

En 1950 fueron expropiados los terrenos ubicados en el llamado “Solar de San Martín”, calle Remedios de Escalada entre Urquiza y Corrientes, para luego construir el edificio.

Durante la gestión del entonces gobernador Blas Brisoli se resolvió por decreto la obra, previo llamado a licitación. 
La Dirección de Arquitectura autorizó un contrato de cinco millones de pesos de aquel entonces con ese objetivo y la Nación otorgó el dinero en su Segundo Plan Quinquenal.

El proyecto fue desarrollado ese mismo año por el arquitecto Aniceto Juan Puig, quien planteó el racionalismo como diseño en la fachada y previó una explanada a modo de atrio, rodeada por bloques construidos en tres de sus lados. Para su revestimiento el edificio contó con fino mármol. La construcción incluía biblioteca, archivo, museo y unas salas de conferencia, un taller de encuadernación y otro de restauración.

Dos años después, se erigió el edificio que estaba destinado para “Biblioteca, Archivo Histórico y Museo”, con un costo de más de 3 millones de pesos. La construcción se desarrolló a un buen ritmo y a mediados de 1955 quedó concluida.

Inauguración simbólica

El 17 de agosto de 1955 quedó inaugurado el nuevo edificio, que albergaría el Museo Histórico de San Martín y la Biblioteca del mismo nombre.
Desde las primeras horas de la tarde, se agolpó un numeroso público en la entrada del flamante inmueble en donde se montó un palco para las autoridades. La escuela de Policía de Mendoza hacía la guardia de honor. Además se encontraba la banda sinfónica de la Comisión de Cultura de la Provincia.

Luego de  la llegada del entonces gobernador  Carlos E. Evans, quien ocupó el palco junto a autoridades nacionales y locales, se inició la ceremonia de inauguración. El primer mandatario destacó el trabajo de las Damas Pro-Glorias. El acto finalizó con el discurso el representante del Instituto Nacional Sanmartiniano, Carlos Abel Albino, y se cortaron las cintas.

A esperar un año más...

El 16 de setiembre de 1955 se produjo el golpe armado cívico-militar de la “Revolución Libertadora”, que derrocó al presidente Juan Perón. Por ese acontecimiento se suspendió la ubicación de los libros para la biblioteca, lo que postergó su inauguración.

En setiembre de 1956, se establecieron al fin tanto la biblioteca como el Museo Sanmartiniano. Por diferentes y extraños motivos el Archivo Histórico –hoy Archivo General de la Provincia– nunca ocupó el lugar que se le había destinado.

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