Finalmente, Rubén Darío "El Pepo" Castiñeiras, abandonó esposado y en silla de ruedas el Hospital de Dolores, donde estaba internado desde el sábado 20 de julio, luego de protagonizar un accidente automovilístico en el que fallecieron dos personas. Su destino fue la Estación de Policía Comunal de Chascomús.
En un importante operativo, el cantante de cumbia subió a un móvil de la Policía de la provincia de Buenos Aires y de inmediato se dirigió a la dependencia policial, tras lo dispuesto por el oficio judicial librado por el Juzgado de Garantías nro. 2 de Dolores, a cargo de la jueza Razati. Un grupo de fanáticos del referente de la movida trpicla se acercó hasta el lugar para despedirlo entre vitoreos y señales de apoyo.
"El Pepo" enfrenta los cargos de "doble homicidio culposo agravado y lesiones graves culposas" y permanecerá detenido por pedido de la fiscal de Dolores, Verónica Raggio.
La trágica madrugada del 20 de julio, el músico viajaba con Romina Cándias, el trompetista de su banda, Nicolás Carabajal, y su asistente personal, Ignacio Abosaleh, en una camioneta por la ruta provincial 63 cuando se produjo el accidente. Pese a que en un primer momento lo negó, la Justicia comprobó que "El Pepo" manejaba al momento en el que el vehículo volcó a la altura del kilómetro 8,500, por motivos que aún se investigan.
Como consecuencia del accidente fallecieron Carabajal y Abosaleh, mientras que la corista y el cantante fueron trasladado al hospital más cercanos por las heridas que recibieron.
Si bien de momento no se conocen los resultados de las pruebas toxicológicas que le realizaron a Castiñeiras tras el vuelco, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, confirmó, a partir del testimonio de Cándias, que el cantante manejaba en el momento del accidente y que iba tomando una bebida preparada con vodka, sustancia de la cuál se encontró una botella dentro de la camioneta, durante las pericias que realizó la Policía.