No pudo ser. El sueño de entrar a la fase de grupo de la Copa Libertadores se esfumó. Pero no en Córdoba. Se escurrió en el derby cuyano. Porque el Tomba nunca pudo reponerse de la dura derrota ante el Verdinegro.
Con el hambre de los que buscan revancha para dejar atrás las grandes frustraciones. Así arrancó el Expreso la final por el ingreso a la Copa Libertadores. Y por eso en varios pasajes del juego se pareció al equipo que dominó con autoridad durante buena parte del torneo. Bien parado, presionando alto y criterioso para hacer su juego e ir maniatando a su rival de a poco.
Sin los dos Tanques (Ayoví- García) arriba, estaba claro que daba ventajas el Tomba, pero igual se las arreglaba para llegar por otras vías, con la pelota bien tratada y siempre basado en el trabajo colectivo.
Pero bastó que Estudiantes acertara en la primera que tuvo- golazo de Cavallaro- para que el equipo empezar a perder dinámica y sentir que toda la estructura se le derrumbaba. Aún sin asimilar el golpe de San Juan,volvió a recibir otro cachetazo que lo dejó sin reacción futbolística. Y también desde lo anímico padeció el gol Pincha, como si el puñal hiciera más daño a la ilusión destrozada por no estar en la final del campeonato.
Si hay algo que sabe a la perfección el conjunto de La Plata es hacer una excelente lectura del partido cuando se pone en ventaja. Control, cierre de espacios y contragolpe, un manual que entiende muy bien. Con ese libreto estuvo cerca de ampliar la diferencia.
El elenco de Gallego fue pura intención, se quedó en amagues y le costó una enormidad poner en acción a Andújar. Sin ideas y con el ánimo por el piso, la historia se le hizo cuesta arriba.
No quedaba mucho margen para dudar, era “matar o morir” para no quedarse, nuevamente, con las manos vacías y esperar por una ayuda extra en el objetivo de sacar pasaje a la cita continental. Y ahí hacía falta los gritos de Méndez en el vestuario buscando una levantada con gusto a hazaña, como tantas veces en el torneo y que sirvió para mandar el grupo.
Pero no. El viejo Expreso habría tenido las herramientas para tomar envión, levantarse y salir airoso. El nuevo, se quedó en Pueblo Viejo con la derrota a cuestas en el clásico. Y por eso tendrá que rezar hasta fin de año para sabe si vuelve a ser copero.
Por ahora el Tomba está adentro, pero...
Godoy Cruz quedó con su clasificación en suspenso para la edición 2017 de la máxima competencia continental, ya que dependerá de que la próxima Copa Sudamericana no la conquiste Independiente, Banfield o Belgrano.
Si la gana un elenco extranjero o Lanús, San Lorenzo o Estudiantes (los tres que ya están clasificados), el Tomba asegurará su clasificación y deberá jugar un repechaje para acceder a la fase de grupos.
La otra alternativa que le queda al Expreso para entrar directamente a la Libertadores 2017 es ganar la Copa Argentina.
