La nueva conducción del PD que preside Carlos Balter reclamó “la renuncia o destitución” del intendente Sergio Salgado, la asunción de la presidenta del Concejo Deliberante, Norma Trigo (UCR) como intendente interina, la elaboración de un plan de reestructuración de las finanzas del municipio por parte del Concejo y el llamado anticipado de elecciones a intendente.
“Es necesario desplazar o que renuncie Salgado por haber actuado irresponsable y negligentemente”, enfatizó el legislador provincial del PD, Marcos Niven. “El Concejo debe merituar si existe causal para la suspensión y votar con las mayorías especiales que prevé la ley orgánica de municipalidades", agregó la vicepresidenta del PD, Mercedes Llano.
Los demócratas subrayaron “el impacto social que tiene sobre Santa Rosa la descabellada idea de cerrar el municipio y clausurar la prestación de servicios”, y alertaron sobre “las consecuencias sanitarias por la falta de recolección de los residuos o de transporte del agua potable a la población que lo necesita”. Asimismo, destacaron el impacto laboral “en un departamento donde el empleo público es fundamental ante la crisis en la actividad privada”.
Niven mantuvo contactos con el concejal demócrata (y ex intendente) Antonio Ponce y decidieron impulsar esta postura para Santa Rosa, aunque ayer continuaban evaluando cómo viabilizar que el Concejo Deliberante se 'haga cargo' del municipio, en momentos de receso por la finalización del período ordinario de sesiones y la falta de convocatoria (por parte del intendente) de las sesiones extraordinarias.
"Que haya cerrado el municipio significa que (Salgado) no se hace cargo de la situación", enfatizaron Llano y Niven. Y consideraron que el camino de la renuncia o la destitución 'es menos traumático' que el de la intervención, aunque ambos derivan en una convocatoria a elecciones anticipadas.
El Concejo Deliberante de Santa Rosa está integrado hoy por diez ediles de los cuales cinco son del Frente para la Victoria (incluido un ex PD) y cinco de Cambia Mendoza (cuatro radicales y un demócrata) y mantiene viejas diferencias con el intendente Salgado, lo que comprende a algunos ediles justicialistas.
A fines de octubre de 2008, en su primer año de gestión, Salgado sufrió la suspensión del Concejo Deliberante con los dos tercios de los votos (incluso justicialistas), aunque luego la Suprema Corte revocó la decisión y lo repuso en el cargo.
En noviembre del año pasado (a fines de su segundo mandato), el cuerpo intentó suspenderlo por segunda vez pero en esta oportunidad no logró los dos tercios requeridos. Seis concejales de la oposición apoyaron la suspensión, pero les faltó un voto. De los cuatro oficialistas de ese momento, tres decidieron apoyar al intendente y el cuarto se abstuvo.