La búsqueda de un River otra vez confiable es una auténtica pesadilla para Marcelo Gallardo, el hombre que reconcilió al club con la gloria internacional.
De hecho, su cuenta pendiente seguirá siendo el éxito en el ámbito doméstico: el campeón de América perdió 2-1 ante Patronato por la novena jornada del Torneo de Primera División y quedó excluido de la pelea por el primer lugar, que llevará a un equipo a la Final.
En medio de la paridad dominante, la cuenta se abrió a los 28' del primer tiempo, luego de la polémica sanción de un penal por parte de Mauro Vigliano, al observar una imperceptible infracción de Gabriel Mercado sobre Iván Furios dentro del área.
Sebastián Bértoli se hizo cargo de la ejecución y le rompió al arco a Augusto Batalla, quien fue el remplazante del lesionado Marcelo Barovero (con un golpe en el amistoso ante Peñarol).
Herido en su orgullo, el Millonario no tardaría demasiado en nivelar las acciones, aunque esto lo logró de la mano de una avivada de Andrés D'Alessandro en un córner.
El volante notó que los marcadores centrales del Patrón estaban distraídos, divisó a Rodrigo Mora en soledad en el primer palo y le acercó la pelota a los pies al uruguayo, quien definió con justeza a los 34' para vencer la resistencia del arquero.
Si bien el cuadro visitante trató de imponer sus condiciones para buscar el triunfo necesario para mantenerse en la pelea, el combinado de Rubén Forestello se encontró de nuevo con la ventaja en el marcador a los 16' del complemento, después de un centro de Marcelo Guzmán, el impacto de cabeza de Matías Quiroga para bajarla y el fierrazo de Mauricio Carrasco, quien utilizó la complicidad de Augusto Batalla para estampar un triunfo histórico para los entrerrianos.
Al Millonario le costó progresar en el terreno y perdió claridad en los metros cerca del área para buscar la igualdad. El Muñeco Gallardo apostó a los cambios, pero no encontró respuestas desde el banco de suplentes.
Así se fue diluyendo y perdiendo las esperanzas en el campeonato.
Fue el cierre de una semana agitada para River, que comenzó con la goleada sufrida ante Peñarol en Uruguay y siguió con un episodio de intoxicación.