La realidad marca que siempre hay problemas para pasar la frontera que nos separa de Chile. Sin embargo, a medida que se van escuchando las opiniones de quienes asiduamente deben cruzar al vecino país, se llega a la conclusión de que el verdadero inconveniente se centra en que la construcción y la ubicación de la aduana chilena no se adapta a las reales necesidades de la época actual.
Cuando la Argentina tomó en consideración los serios inconvenientes que generaban las vetustas instalaciones de las casillas de la antigua aduana de Punta de Vacas, se decidió la construcción de un nuevo edificio en Horcones. Si bien el paso del tiempo ha generado que en algunos momentos ese espacio no pueda cumplir con las reales necesidades, al menos permite que el viajero realice su trámite de ingreso al país desde el mismo automóvil, lo que agiliza ciertamente el tiempo de espera en el lugar. Paralelamente, y a los efectos de no colapsar las instalaciones, se ha previsto que los camioneros hagan sus trámites en la zona de Uspallata, contando para ello con un lugar amplio y cómodo.
Pero no sucede lo mismo en el lado chileno. No queda la menor duda de que el complejo Los Libertadores es absolutamente ineficiente y que no se adapta a las necesidades de la época actual, en que miles de camiones cruzan el límite binacional con destino final en el puerto de Valparaíso, mientras decenas de miles de automovilistas lo hacen por motivos comerciales o de turismo. La incorporación de casetas móviles, como las que Chile utiliza durante la época estival, sólo constituyen un paliativo en razón de que, aun en verano, se ven superadas por la cantidad de viajeros y en el invierno no pueden funcionar porque la nieve cubre los lugares donde suelen estar instaladas.
El tema de las demoras en el paso ha sido el foco principal de las conversaciones entre los integrantes de las comisiones mixtas argentino-chilenas a lo largo de décadas. Se buscaron distintas soluciones, como por ejemplo la realización de un trámite único para el ingreso a Chile (en el complejo Los Libertadores) y a la Argentina (en Horcones), mientras en la última de las sesiones las autoridades anunciaron la utilización de tecnología de punta para evitar demoras en la "lectura" de los documentos. Sin embargo, los hechos determinan que nada ha cambiado. En este aspecto, quizás resulte interesante recordar que en su momento el ex presidente chileno Sebastián Piñera señaló que se podía llegar a la mayor cantidad de acuerdos, pero que resultaba prácticamente imposible "bajar" los mismos hacia algunos organismos estatales que habían sido "ganados" por la burocracia. De todos modos, y esto es válido aclararlo, no se ha tenido conocimiento de que en algún momento las autoridades del vecino país hayan anunciado la posibilidad de construcción de un nuevo complejo aduanero, tal como lo sugieren los especialistas, quienes inclusive hablan de que debería erigirse en las cercanías de Guardia Vieja, una vez atravesada la zona de los caracoles.
Las últimas nevadas reiteraron quejas. Los camioneros hablan de millones de pesos de pérdida, los turistas se angustian por no saber si se podrá retornar en el momento adecuado y las autoridades aduaneras argentinas han salido a advertir que el verdadero problema se ubica en el vecino país. Tal como están dadas las cosas, cabe preguntarse si tienen razón de ser las reuniones de las comisiones mixtas entre los dos países. Por el momento, no cabe otra respuesta que un no rotundo.
