El viernes 14 de noviembre, bajo el título “Un segundo túnel en el Cristo Redentor”, Los Andes publicó una nota editorial en la que hacía alusión a una reunión que mantuvo el gobernador de la Provincia con funcionarios chilenos, para considerar la problemática que se plantea en distintos aspectos entre los dos países. Decía el artículo que el mandatario provincial había anunciado que se seguía trabajando en la intención de eliminar la Tarjeta Única de Migraciones, para reemplazarla por un mecanismo de registración automática y que la intención era implementar el nuevo sistema durante la próxima Copa América de Fútbol, que se realizará en junio en distintas regiones chilenas.
“De hecho entonces, y al no mencionarlo, el mandatario provincial está anticipando que los mendocinos que intenten viajar hacia las playas del Pacífico en los próximos meses para vacacionar, se encontrarán con los mismos problemas de siempre, con largas y extenuantes colas para poder realizar los trámites aduaneros”, decía la nota, agregando que era válida la participación permanente de la Provincia en las reuniones del comité binacional, e insistía en que las soluciones deben alcanzarse en el corto plazo, ya que de lo contrario se ratificaba la frase que indicaba que “si quieres que algo no funcione, crea una comisión”.
El artículo molestó sobremanera al ministro de Infraestructura de la Provincia, Rolando Baldasso, quien junto al coordinador de la cartera, Osvaldo Gutiérrez, solicitaron la publicación de una “aclaración”, en la que indicaba que la nota del matutino estaba “llena de inexactitudes, de datos estadísticos erróneos” y de presentar informaciones “que no tienen ningún asidero”, agregando que los mayores logros en materia de facilitación fronteriza se han logrado en estas dos últimas gestiones de gobierno, destacando que se han construido seis cabinas externas en el complejo fronterizo de Los Horcones, “lo que permite habilitar 17 puestos de control cuando aumenta el flujo vehicular”. Destacaba que el proyecto de eliminar la Tarjeta Única de Migraciones e implementar un mecanismo de registración automática de los datos migratorios tiene plazos de ejecución lógicos para proyectos binacionales.
A poco más de un mes de la “aclaración” solicitada por el ministro y concedida por Los Andes, los hechos han hablado por sí solos. Los mendocinos que han decidido vacacionar en Chile han debido soportar las odiosas, tediosas, exasperantes e inaceptables colas para poder realizar los trámites migratorios. Desde el gobierno provincial algunas autoridades han destacado como un logro el hecho de que “ahora” los trámites pueden cumplirse en “sólo” tres horas, “cuando antes ese tiempo era mucho mayor”, pero cabría aclarar que esas “tres horas” han sido el plazo mínimo que han debido cumplir los viajeros, porque en la gran mayoría de los casos ese tiempo se ha ampliado a ocho o nueve horas de espera. Pareciera ser también que nadie tiene en cuenta que entre esa gente que está esperando a más de 3.500 metros de altura, con el aire enrarecido por la menor cantidad de oxígeno, se encuentran bebés, niños de corta edad, embarazadas y gente mayor que suele sufrir los efectos del denominado “mal de alturas”.
Es absolutamente injusto también que quienes desean iniciar sus vacaciones para descansar luego de un año de trabajo deban soportar plazos de espera incomprensibles si nos atenemos a la tecnología con que cuentan los dos países para aplicar en las tramitaciones. Sufren la angustia de la salida a Chile y la preocupación por lo que tendrán que padecer cuando retornen al país. El Gobernador y el ministro dijeron que pensaban acelerar los trámites para la Copa América de junio. Sería oportuno que anticiparan los plazos para solucionar “ahora” los inconvenientes, porque hay miles de mendocinos aún en las costas chilenas y muchos miles más que viajarán en febrero. Y si los problemas no se solucionan, sólo cabría preguntarse qué puede pasar en junio, cuando las esperas de horas se tengan que cumplir con temperaturas extremas bajo cero.
