Comienzos de los ‘80, plena dictadura militar en Chile y el abuso, las torturas y las muertes se suceden día a día, frente a la mirada cómplice del poder y parte de la sociedad.
En ese contexto, el dramaturgo y escritor chileno Marco Antonio de la Parra escribió “La secreta obscenidad de cada día”, una de sus obras más célebres con múltiples representaciones en todo Latinoamérica.
Y esta obra cruda, cruzada por el humor negro y la ironía, es el montaje que la joven compañía trasandina La Triada, integrada por Fernando Jeria y Victor Olazaran, trae este fin de semana a la Enkosala.
La memoria atravesada por el humor
¿Qué pasa cuando un psicoanalista y un marxista sin pantalones se encuentran sobre la banca de una plaza y frente a un colegio de señoritas?
Esta situación delirante y y procaz es la que desata la historia de dos personajes, diferentes, pero unidos por la historia.
Luego de representar algunos fragmentos de la obra, la compañía chilena decidió montarla completa y con ello, llegó una serie de presentaciones en Colombia y luego de actuar en Buenos Aires, recalan en Mendoza.
“Gracias a Teatriados, una compañía de Colombia. Ellos formaron esta alianza con distintos países y nosotros fuimos a Colombia y ellos vinieron a la Argentina. A través de ese contacto, fuimos realizando esta gira entre enero y febrero. Actuamos en Buenos Aires y ahora en Mendoza”, comenta Fernando Jeria uno de los integrantes de la compañía que nació en 2015 en la escena independiente trasandina.
Después de transitar por la Academia de Teatro del Instituto Nacional, la dupla junto a Mauricio Andrede (quien formó parte de la dirección de la obra), se unieron para formar la compañía.
En un comienzo, interpretaron cortos de teatro con diferentes fragmentos de obras, para luego sumergirse por completo en la dramaturgia de Parra. Con su propia visión, llevan a escena un relato cargado de humor y significancia histórica.
“Al principio hacíamos solo un fragmento de esta obra. Lo llamamos cortos de teatro, en lo que incluía lo mejor de la obra y se llamó “La secreta”. Hasta que formamos la compañía y realizamos el montaje, actualizado a esta época, pero sin perder de lado el mensaje de la obra, escrita en época de dictadura de Chile, en un liceo de un estrato social alto. Desde nuestra experiencia la actualizamos. Da la casualidad que íbamos a un liceo de hombres y nos juntábamos con niñas de liceo de mujeres. A raíz de esto, lo actualizamos de esa manera; los personajes están afuera del liceo de niñas. Y la hicimos un poco más humorística, sin perder la esencia de la obra”.
Dos desconocidos que se reúnen en un banco frente al liceo; cada uno con sus vidas disímiles que comienzan a descubrirse uno con el otro. La vestimenta, un sobretodo y sin pantalones, hace más llamativa la situación e invita a la imaginación del espectador.
“Aunque está tratada con mucho humor, el relato sucede en un momento duro de la historia, como la dictadura. Y el mensaje que encierra la obra es que no olvidemos ese pasado. Pero también hay que recordar que fue un momento muy crudo, violento y lamentablemente, hasta el día de hoy no están cerrados. El tema de la tortura está presente y como mucha gente colaboró con esos métodos. Y que aunque no quisieron colaborar, lo hicieron igual”.
Teatro para reír y reflexionar, sobre esa oculta complicidad que permanece latente.
La ficha
La secreta obscenidad de cada día
Dramaturgia: Marco Antonio de la Parra.
Actúan: Fernando Jeria y Victor Olazaran.
Funciones: hoy y mañana, a las 22.
Lugar: Enkosala Gladys Ravalle (Almirante Brown 755, Godoy Cruz).
Entrada: $100.