Santiago Ranciari compartió su historia de vida conmovedora en "¿Quién quiere ser millonario". Él participó del ciclo, emocionó a Santiago del Moro y se llevó $ 180 mil.
El joven oriundo de Pehuajó se anotó en el programa para poder juntar dinero y así armar un recinto apropiado para trabajar en la recuperación de chicos con problemas motrices y sensoriales por medio de animales, en un campo que está destinado a ese fin.
"Soy triple P: padre de familia, productor ganadero y payaso, desde hace 25 años. Y que me ha llevado a conocer un montón de situaciones. Soy autodidacta, me disfracé de payaso en el año 94 y empecé a repartir globos, me encontré con la adicción del cariño de la gente. Todo lo hacía en Pehuajó", contó el concursante.
"Soy adicto a la solidaridad. El payaso me llevó a encontrarme con algo que puede cambiar todo. Empecé a ver que la gente seguía el traje, la nariz y el gorro, por eso los invité a ayudar. Yo festejaba mi cumpleaños en una cancha de fútbol y los invitaba a todos a participar, y regalábamos nosotros. Así conseguimos armar un hospital móvil de bicicletas donde reparábamos bicis y les dábamos a los chicos de todo el país, después se nos ocurrió transformar un Fiat 600 en ambulancia para un hospital y, en ese ínterin, me encontré con mi mujer y pasé por un centro de rehabilitación de adictos que se llama Registro Civil", reveló Santiago.
"Me casé, vinieron mis hijas, pero igual soy reincidente porque mi mujer me ayuda en eso. Es más adicta que yo con una gran ventaja por su voluntad y paciencia. Ella se dedica a rehabilitar chicos hipoacúsicos y hoy Dolores, una chica que no tiene ni pies ni manos, es uno de los mejores promedios de la Universidad de Palermo", contó emocionado y con mucho orgullo.
Santiago acompaña a su pareja en su rehabilitación tras haber sufrido una afección muy grande en el cerebro. "Yo estuve 28 días solo con mis tres hijas, fui papá y mamá. Cuando volvió mi mujer a mi casa me di cuenta que Dios me pagó en efectivo", lanzó.