En jornadas recientes dejamos atrás un acontecimiento histórico de la provincia: los 120 años del parque General San Martín, nuestra gran e inigualable superficie verde que muchos países y regiones nos envidian. Los Andes valorizó el aniversario y el Gobierno de Mendoza anunció una muy importante inversión para refuncionalizarlo: $ 100 millones.
Estamos de acuerdo con el gasto dispuesto en la esperanza de que los trabajos a realizar hayan sido consensuados con los paisajistas que tiene la provincia, algunos de los cuales trabajan en el Estado y otros en la actividad privada o pertenecen al Colegio de Arquitectos local.
Nadie desconoce que el pulmón de la ciudad se encuentra debilitado en mantenimiento, limpieza, carente de obras; inseguro en horarios nocturnos, y a veces en diurnos.
“Es una refacción general del Parque, tratando de volverlo más amigable, donde el privilegio lo tenga el peatón y el deportista, el caminador... el que viene a hacer ejercicio o a recrearse con la familia”, describió el Gobernador. Apoyamos ese criterio, pero reiteramos la preocupación de saber si fueron tenidos en cuenta los especialistas. La dotación de cámaras será un aporte imprescindible en la seguridad, con la esperanza de que puedan brindar un funcionamiento prolongado y no se conviertan en maquillaje, como ha ocurrido en otros puntos del Gran Mendoza. Están, pero no sirven. Lo mismo decimos de la iluminación, recordando -nos advertirán que fue en otra gestión- que los magníficos Portones fueron iluminados y hoy están a oscuras.
También propugnamos que se destine más personal y equipamiento para velar por las 400 hectáreas de superficie y que por ninguna razón se incorpore un metro más de concreto en su jurisdicción, lamentando que con el transcurrir de las décadas se fueron anexando instalaciones, clubes de fútbol y el mismo estadio Malvinas Argentinas, instituciones de por sí señeras que, sin embargo, tienen porciones importantes de seguidores a quienes no les interesa un ápice nuestro Parque.
Una de las estudiosas de estos temas, Patricia Favre, considera fundamental que la gente tome conciencia de que hay que cuidarlo más: “... se lo quiere mucho y se lo respeta muy poco”. Se refiere a que la gente tira la basura, daña las esculturas, rompe los bancos, malogra árboles y toda forma de verde.
En cuanto a lo patrimonial, es fundamental que dejen de pasar colectivos o vehículos pesados por los Portones, ya que la vibración constante es perjudicial, al igual que causan deterioros los inmensos micros que suben al Cerro de la Gloria. Algo ha pensado la autoridad al respecto. El Gobernador dijo que se buscará un tránsito vehicular mucho más restringido y canalizado por algunos lugares, privilegiando los circuitos para los peatones y cultores de actividades deportivas. Decididamente apoyamos la posición fijada por el arquitecto Jorge Ricardo Ponte, en el sentido de que la estructura sea convertida en “parque histórico”. A través de un decreto o por medio de una ley que declare al paseo Parque Histórico, situación que obligaría a mantener su estructura base, como el trazado de prados y calles, la estética arquitectónica y decorativa y el equilibrio en su arbolado.