La crónica dirá que el lunes 5 de marzo de 2018, el ciclo lectivo comenzó "con normalidad" en Mendoza. Esto a pesar de que era el primero de dos días de paro docente. Un paro que ayer fue "de seis a siete veces más grande" que el del año pasado, según la conducción del SUTE (que no desatiende la interna del gremio).
Pero también un paro "que no fue masivo", tal como lo reconoció el propio gremio, aunque haciendo la salvedad de que eso ocurrió así "por los descuentos", del ítem Aula y el presentismo.
Los porcentajes, según el cristal del observador, una vez más difirieron. Para el Gobierno -luego de un relevamiento en "más de 800 escuelas" y controlando "60 mil liquidaciones", la primera jornada de huelga tuvo una asistencia docente del 94,9%.
El sindicato en tanto, que dijo haber relevado “200 escuelas”, habló de “una adhesión al paro del 40%”, aunque por lo bajo algunos concedían “30%”.
También hubo discordia, como ya se había anticipado, en la percepción del “apoyo” de los padres, al mandar a los chicos a la escuela.
Según el Ejecutivo, la asistencia de los alumnos fue del “81,7%”. En ese sentido, el director de Escuelas, Jaime Correas, se mostró satisfecho. “No se trata de que la gente esté a favor o en contra de uno u otro. Pero se está naturalizando que la escuela funciona normalmente”, dijo el funcionario cornejista.
Pero en afán de mostrar su lucha, el SUTE no dudó en asegurar que “padres y madres acompañaron a los docentes y celadores en el ‘no inicio’ de clases”.
Quizás ambas partes tengan una porción de razón. Porque hubo escuelas en las que el acatamiento al paro llegó hasta el 100% (como constató Los Andes en las escuelas Cano y Laciar de Guaymallén). Pero también hubo otras con 100% de no adhesión y clases "con normalidad".
Tampoco se notó el paro en los colegios privados, cuyo gremio, Sadop, si bien adhiere a la medida de 48 horas, avisó que esos docentes asistirían a dar clase, precisamente “por los descuentos”.
Una marcha política
Más allá del paro, estas dos jornadas están marcadas por la protesta del gremio, a partir del fracaso de la paritaria. En ese sentido, la marcha programada para la tarde de ayer, era un punto clave para el SUTE. Sobre todo para su titular, Sebastián Henríquez, envalentonado con la anterior manifestación (del lunes 26 de febrero), multitudinaria por cierto.
“Ése es nuestro capital político”, ha dicho Henríquez, y por eso apostó también a la marcha de ayer.
Con unas 5 mil personas que caminaron por las calles mendocinas, para hacer centro en la Legislatura (un espacio notablemente más chico que la explanada de Casa de Gobierno, donde cerró la marcha anterior), la militancia sindical marchó con la “Defensa de Educación” como consigna.
La idea del sindicato era que la marcha fuera el corolario del primer día de huelga. Pero también, y fundamentalmente, para poder hacer los planteos políticos en contra de los gobiernos de Alfredo Cornejo y Mauricio Macri.
En esa línea pasó la lista de oradores que inició Ester Linco, titular de Sadop, que siguió Mariana Ábrego (ex candidata a diputada nacional justicialista), en representación de los estudiantes universitarios y que continuó Francisca Staiti, de Fadiunc (docentes UNCuyo).
El final quedó reservado para Henríquez, que se encargó de dejar en claro que el suyo era un discurso político. “No puedo decirles cuándo, pero vamos a ganar”, señaló. Luego invitó a Cornejo y al Ejecutivo “a debatir” el sistema educativo. “Si ya agotaron los agravios, acá estamos para que hablemos de calidad educativa”, señaló.
Finalmente dio a entender que Cornejo quiere a su gremio como “adversario político” del oficialismo. “Si el SUTE se tiene que poner a la cabeza para enfrentar el ajuste, aceptamos el desafío”, lanzó.
En tanto, el Gobierno prepara el decreto de aumento del 15,7%(en 3 tramos) que el gremio rechazó. “Puede firmarse este martes”, dijo Correas, que recalcó que “no tendrá cláusula gatillo pero sí $2.500 de ayuda escolar para maestros y $ 2.000 para uniformes de celadores”, confirmó el ministro.
Macri pidió no esconder los resultados de Aprender
El presidente Mauricio Macri dijo ayer en la inauguración de una escuela primaria en Bella Vista, Corrientes, que “nada sería posible sin los docentes”, y dio inicio al ciclo lectivo 2018 a la vez que pidió no esconder los resultados de las pruebas Aprender.
“Nada sería posible sin los docentes, si no pusiesen el amor que ponen, la generosidad, la cercanía y el cuidado; y siempre soñando lo mismo, que cada uno de ellos (los alumnos) desarrolle todo su potencial”, remarcó en su discurso al inaugurar la Escuela 984 de Bella Vista, a 150 kilómetros de la capital provincial.
El jefe de Estado arribó al flamante establecimiento educativo, construido con recursos nacionales, acompañado por el gobernador Gustavo Valdés; el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro; el intendente local, Hugo Chávez; el titular del Plan Belgrano, Carlos Vignolo, el senador nacional Esteban Bullrich y el ex gobernador y actual senador provincial Ricardo Colombi.
“Cada vez que vengo me lleno de energía, porque si hay argentinos que tienen energía son los correntinos”, expresó Macri, y señaló que “para mí las escuelas son fábricas de sueños”. Al destacar la labor del maestro, el Presidente afirmó que ayudan a “potenciar” a los chicos, “para que puedan elegir libremente”.
“Eso es lo que queremos que suceda en la Argentina, que todos los argentinos puedan elegir libremente; es fundamental, y por lo que estamos trabajando y estamos comprometidos: la igualdad de oportunidades”, afirmó.
“Pero con ese desarrollo no alcanza, sino que debemos tener una educación de calidad”, dijo Macri, y nombró los resultados de la prueba Aprender, “que no fueron los que todos soñábamos”.
En este sentido, el jefe de Estado se refirió a la importancia de “enfrentar los desafíos y demandas del Siglo XXI”, e instó a que los alumnos “puedan ser protagonistas”.
“No hay que esconder los resultados, no hay que tener miedo a la verdad, debemos enfrentarla juntos. Creo en ustedes, en cada uno de los correntinos, creo en los docentes y en lo que somos capaces de hacer los argentinos”, subrayó sobre el final.
La apertura del acto estuvo en manos de la directora del establecimiento, Lorena Saladino, quien destacó la inauguración de la escuela como un hecho “histórico”, para “dar la oportunidad a los niños de tener una escuela nueva, en un barrio populoso, donde tendrán la oportunidad de recibir una educación de calidad e inculcarle valores”.
Por su parte, el gobernador Valdés, que por primera vez recibe al Presidente, tras haber iniciado su mandato el pasado 10 de diciembre, agradeció a Macri su décima visita “al Taragüi”, a la vez que destacó que por “noveno año consecutivo en Corrientes comienzan las clases con normalidad”.
La obra de la Escuela Primaria N 984, del barrio Sur, demandó una inversión superior a los 31 millones de pesos, tiene una superficie construida de 1178 metros cuadrados, seis aulas, oficinas, sanitarios, biblioteca, sala de informática, patio de formación y playón deportivo, entre otras áreas. Ubicada en el barrio Sur, la Escuela era reclamada por la populosa barriada donde habitan familias trabajadoras, en casas construidas por el Instituto de Vivienda de Corrientes.
Bella Vista, ubicada a la vera del Río Paraná, recibió, por primera vez en sus 193 años de historia, la visita de un presidente de la Nación. Tras la inauguración del establecimiento educativo, Macri, junto a Valdés y Chávez, recorrieron obras de desagües pluviales que se realizan con recursos nacionales.
