Los gremios de las Aerolíneas Argentinas se declararon en paro por 24 horas argumentando un conflicto salarial que obligó a la empresa a cancelar 371 vuelos afectando a más de 40 mil pasajeros.
Este conflicto no se destraba por negociaciones cerradas entre las partes por lo que los sindicatos anticiparon que se avecina una seguidilla de conflictos y una agenda de medidas.
Mañana, los pasajeros seguirán siendo víctimas de este conflicto con Aerolíneas ya que los gremios harán desde las 4 hasta las 7 asambleas en los lugares de trabajo en rechazo al impuesto a las Ganancias, en línea con lo dispuesto por la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT). Y recién a media mañana se normalizarán la actividad, según informaron de ambas partes.
El miércoles la empresa operaría con normalidad. Es que por la cumbre del G20 Aeroparque estará cerrado para vuelos comerciales desde el jueves a las 15 hasta el domingo 2, a las 22.
La pregunta es cuándo podrá la gente disponer de algún vuelo. Pues el lunes 3 seguirá el paro. Será la cuarta medida de fuerza de noviembre para Aerolíneas Argentinas.
En esta ocasión la Asociación de Aeronavegantes, que los pasados viernes 2 y 16 se adhirieron a las huelgas, esta vez no será parte.
El jueves 8 los cinco sindicatos que articulan en el Frente Gremial Aeronáutico (los pilotos de APLA y AULA, los jerárquicos de UPSA, el personal nucleado en APA y los técnicos de APTA) realizaron asambleas para reabrir la paritaria y para que se activara la cláusula gatillo contra la inflación.
A raíz de esta medida, la empresa interpretó que se trató de una fuerza encubierta en donde se vieron obligados a cancelar 258 vuelos y 30 mil pasajeros quedaron varados. Y actuó suspendiendo el martes pasado a 376 empleados (las suspensiones aún no se afectivizaron).
Por lo que en la actualidad la situación es la siguiente: los dirigentes sindicales esperan que desde la empresa se pida una conciliación obligatoria o que el Gobierno la dictase. Y la cosa sigue tirante, y ninguna parte cede.
“Tenían las herramientas para evitar el paro y no las usaron”, apuntaron en un gremio considerando que desde la empresa el conflicto continuará en escala.
“Hacen paro y piden que no los dejen hacerlo. Para eso que se sienten a negociar sin hacer paro”, retrucaron en Aerolíneas Argentinas.
Y agregaron: “Esta no es una discusión paritaria sino política. Es por quién controla a Aerolíneas, si los gremios o nosotros”, agregaron fuentes de la compañía aérea que piensan que los sindicatos se quieren sentar en la mesa de negociaciones a la Casa Rosada.
Desde la parte de aeronáuticos la discusión es más amplia que la salarial. Los dirigentes dijeron que la empresa busca flexibilizar las condiciones de trabajo y cambiar la legislación aeronáutica para permitir, por ejemplo, que pilotos o técnicos extranjeros puedan trabajar en la Argentina.
“Lo que buscan es romper los sindicatos”, denunciaron.
Pero en Aerolíneas Argentinas lo rechazaron de plano. “No se quiere traer a nadie de otro país. La empresa quiere negociar con estos sindicatos”, dijeron.