Los legisladores griegos comenzaron un debate anoche para discutir las reformas adicionales que exigen los acreedores internacionales a cambio de un tercer rescate multimillonario, y la atención se centró en los disidentes del gobierno que han prometido rechazar las medidas.
Pese a la revuelta al interior del partido del primer ministro Alexis Tsipras, se prevé que el parlamento apruebe la mañana de hoyla propuesta de ley -la segunda prueba de este tipo en la semana- con el gran apoyo de la oposición conformada por partidos pro eurozona. No concretar la aprobación significaría una demora en la entrega del rescate y reavivar los temores sobre el futuro de Grecia en la eurozona.
Al igual que la votación de la semana pasada, el principal problema para Tsipras está en los conservadores de su propio partido, muchos de los cuales ven las reformas como una traición a su programa de gobierno antiausteridad que llevó al partido Syriza al poder en enero de este año.
Ese sentimiento fue reflejado por unas 10.000 personas que se manifestaron a las afueras del parlamento antes del debate, en protesta a las más recientes medidas, que reformarán los sectores bancario y judicial del país.
Pequeños enfrentamientos violentos ensuciaron el final de la protesta, mientras que unos cuantos adolescentes lanzaron bombas incendiarias a la policía antimotines, aunque no se reportaron arrestos o lesionados.
El proyecto de ley incluye la reforma de la justicia civil, la aceleración del procedimiento de subastas y el refuerzo de la liquidez de los bancos, muy afectados después de tres semana cerrados.
El cierre de bancos, el control de capitales y la limitación de las retiradas en los cajeros fueron impuestos por el gobierno para evitar el hundimiento del sistema bancario mientras negociaba un tercer rescate con sus acreedores (la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional).
Finalmente Grecia y sus acreedores cerraron el 13 de julio un acuerdo que obliga al gobierno a adoptar duras medidas de ajuste a cambio de un tercer rescate financiero, que se podría concretar antes de finales de agosto.
En esta jornada, el Banco Central Europeo (BCE) decidió aumentar nuevamente el monto de los préstamos de urgencia (ELA) a los bancos griegos, su única fuente de financiación, según indicó la agencia Bloomberg.
“El consejo de gobernadores del BCE decidió en una conferencia telefónica el miércoles aumentar en 900 millones de euros” los ELA, dijo la agencia citando fuentes cercanas a la institución. Según el periódico alemán Frankfurter Allgemeine, las ayudas serán ahora de un total de 90.500 millones de euros.
El proyecto de ley presentado ayer también incluye la transposición de una directiva europea para que los bancos garanticen sus depósitos hasta 100.000 euros.
“Ahora la prioridad es normalizar el sistema (financiero) pero al mismo tiempo proteger a los ciudadanos que tienen pequeños ingresos” dijo Tsipras a la agencia de prensa Ana tras un reunión con responsables bancarios.
Según el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, durante el análisis del texto en la comisión parlamentaria, antes de fin de año habrá una recapitalización de los bancos griegos.