Los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Bolivia, Evo Morales, así como el candidato demócrata a la nominación presidencial, Bernie Sanders, se reunieron el viernes y ayer en el Vaticano con el Papa, para hablar de desigualdad social y una economía más justa y equitativa.
Los líderes socialistas fueron invitados junto con unos 20 sociólogos, economistas y políticos por la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales, con el objetivo para disertar sobre las transformaciones registradas en el mundo del trabajo desde la aparición hace 25 años de la encíclica de Juan Pablo II, 'Centesimus Annus', dedicada a ese tema.
Sanders, de 74 años, llegó al Vaticano en un momento clave de su campaña electoral, a cinco días de la crucial primaria de Nueva York, en una suerte de guiño al elector católico. “He quedado impresionado por Francisco y su visión de una economía mundial que funcione para todas las personas”, reconoció ante la prensa el candidato en las primarias demócratas.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, sorprendió de nuevo a todos al entregar el viernes un regalo poco común para el papa Francisco: libros sobre los beneficios para la salud de las hojas de coca. El Papa Francisco se reunió con Morales durante una media hora. Morales le obsequió al pontífice tres libros sobre los beneficios de la hoja de coca, el ingrediente en crudo de la cocaína.
El Papa tiene una relación de amistad de mucho tiempo con Morales y lo visitó en Bolivia el verano pasado. Morales provocó un ligero incidente diplomático durante la visita cuando le dio al Papa un crucifijo que se asemejaba a la hoz y el martillo de la era comunista. Francisco dijo que no se sintió ofendido.
La hoja de coca se mastica mucho en la zona del altiplano boliviano y argentino, porque ayuda a combatir el vértigo, los efectos de la altura y sirve como un ligero estimulante.