El papa Francisco dirigió ayer en la Plaza de San Pedro oraciones por los muertos y desplazados por el fuerte terremoto que azotó Nepal y regiones cercanas. Durante su bendición semanal dominical, Francisco pidió ayuda para los sobrevivientes. Dijo que estaba rezando por las víctimas, los heridos y “todos los que están sufriendo esta calamidad” y pidió que tengan el “apoyo y solidaridad fraterna” que necesitan.
El sábado, el secretario de Estado del Vaticano envió un telegrama de pésame formal que buscaba animar a los equipos de rescatistas y consolar a los sobrevivientes.
El terremoto de magnitud 7,8 registrado se extendió desde Katmandú a pequeños pueblos y las laderas del monte Everest, donde generó una mortal avalancha.