En una misa histórica, el Papa llamó a los cubanos a "servir sin ideología"

Ante una multitud congregada en la Plaza de la Revolución de La Habana, Francisco también pidió paz en Colombia. Cristina estuvo presente.

En una misa histórica, el Papa llamó a los cubanos a "servir sin ideología"

Los cristianos cubanos deben "servir" a los más frágiles en la sociedad y "no servirse", declaró este domingo el Papa Francisco, quien llamó a rechazar toda "ideología" en el servicio a los demás, ante una multitud congregada en la Plaza de la Revolución de La Habana.

En su homilía durante una solemne misa campal en la plaza, el momento más importante de su visita de tres días a Cuba, el papa argentino no abordó directamente la situación política en la isla ni las relaciones con Estados Unidos.

"El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su proximidad y hasta en algunos casos la 'padece' y busca su promoción", expresó el Papa.

Sin embargo, alertó que "hay un 'servicio' que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del 'servicio' que 'se' sirve. Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los 'míos', en nombre de lo 'nuestro'".

El Pontífice advirtió contra la ambición personal y el individualismo en una época de transición económica y política: "el cristiano es invitado siempre a dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta a los más frágiles".

A través de las tareas a asumir como "ciudadanos", "servir significa, en gran parte, cuidar la fragilidad. Cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo", dijo.

"Ser cristiano entraña servir la dignidad de sus hermanos, luchar por la dignidad de sus hermanos y vivir para la dignidad de sus hermanos", añadió, repitiendo tres veces la palabra "dignidad".

Jorge Bergoglio rindió además un homenaje a "un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas".

"Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza", expresó Francisco ante la multitud, que lo escuchaba con devoción.

Gusto por la amistad

En su homilía, el Papa argentino rindió además un homenaje a los cubanos: "Un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas".

"Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza", expresó Francisco.

Entre los 3.500 invitados especiales que asistieron a la misa se encontraba la presidenta Cristina Fernández, junto al mandatario cubano Raúl Castro.

La Plaza de la Revolución fue el espacio en el que también oficiaron misa los Papas Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012, entre un gran monumento en honor al héroe nacional José Martí y un retrato gigante de Ernesto Che Guevara.

Al anochecer del domingo, después de una ceremonia en la Catedral, Francisco tendrá un encuentro con jóvenes cubanos. Será la ocasión de mostrar su espontaneidad en un diálogo improvisado, donde debe dar coraje a una juventud en dificultades en una isla en plena transición económica.

Caluroso recibimiento

El Papa Francisco llegó este domingo en un "papamóvil" a la Plaza de la Revolución de La Habana, donde fue saludado por una multitud de cubanos, para oficiar la primera misa de su histórica visita a Cuba.

El vehículo papal, corazón político de la isla comunista, entró a la Plaza hacia las 8.25 locales, donde lo esperaba una calurosa bienvenida de decenas de miles de personas bajo un cielo nublado.

El Papa argentino, quien llegó ayer a Cuba, saludaba con sus manos a la multitud congregada en la plaza desde varias horas antes, mientras avanzaba lentamente en el papamóvil y recibía saludos y vítores de cubanos, que alzaban banderitas del país y pañuelos.

La plaza comenzó a recibir a los primeros fieles en medio de la oscuridad de la noche para esta misa.

"Poder ver al papa Francisco es algo muy emocionante, es el tercer Papa que puedo ver, pero a ninguno tan cerca como a éste, todos esperamos su misericordia", dijo María Eugenia Paulina Prieto, de 56 años, integrante del coro Juan Pablo II, que cantará en la misa.

"Ver al Papa es una gran emoción, única, exclusiva. Uno espera con la llegada de Su Santidad cambios espirituales", indicó por su parte Sandro García de 39 años, que trabaja en la oficina de restauración urbana de La Habana.

En el altar levantado especialmente para la ocasión fue colocada una estatua de Cristo con los brazos abiertos y una imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, y por altavoces los organizadores daban instrucciones a los asistentes que iban tomando ubicación en la gran explanada.

Francisco, quien vio a la izquierda del altar el enorme retrato de su compatriota el Che Guevara, se reunirá con Raúl Castro este domingo en la tarde en el palacio presidencial, pero también es posible que tenga un encuentro con su hermano mayor, el padre de la revolución cubana Fidel Castro, de 89 años, durante esta misma jornada.

Al anochecer del domingo, después de una ceremonia en la Catedral, Francisco tendrá un encuentro con jóvenes cubanos. Será la ocasión de mostrar su espontaneidad en un diálogo improvisado, donde debe dar coraje a una juventud en dificultades que vive en una isla en plena transición económica.

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