El papa Francisco invitó este jueves a la comunidad internacional a "cuidar la hermana y madre Tierra" para evitar su "autodestrucción" y defendió un desarrollo "ecuánime" que garantice alimentos para todos ante los asistentes a la Segunda Conferencia sobre la Nutrición de la FAO.
En su primera visita a la sede central la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Roma, el papa argentino, que habló a la asamblea después de la reina española Letizia, se refirió a uno de los asuntos que más le preocupan: el hambre en el mundo.
"Hoy día se habla mucho de derechos, olvidando con frecuencia los deberes; tal vez nos hemos preocupado demasiado poco de los que pasan hambre", lamentó al iniciar su intervención.
"Duele constatar además que la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la 'prioridad del mercado' y por la 'preminencia de la ganancia', que han reducido los alimentos a una mercancía cualquiera, sujeta a especulación, incluso financiera", lamentó.
"Y mientras se habla de nuevos derechos, el hambriento está ahí, en la esquina de la calle, y pide carta de ciudadanía, ser considerado en su condición, recibir una alimentación de base sana. Nos pide dignidad, no limosna", clamó.
Vestido con su tradicional sotana blanca, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos, Francisco recordó que 22 años después de la primera cumbre contra el hambre celebrada en la FAO en 1992, "la paradoja de la abundancia" sigue vigente: "Hay comida para todos, pero no todos pueden comer, mientras que el derroche, el descarte, el consumo excesivo y el uso de alimentos para otros fines, están ante nuestros ojos", recalcó.
"Las personas y los pueblos exigen que se pongan en práctica la justicia, no solo la legal, sino la distributiva", afirmó tras reiterar que "la primera preocupación debe ser la persona misma, aquellos que carecen de alimento diario y luchan sólo por la supervivencia".
Para el primer papa de América Latina, que proviene de uno de los mayores países agrícolas de la región, "ninguna forma de presión política o económica que se sirva de la disponibilidad de alimentos puede ser aceptable", dijo.
Papa aboga por solidaridad y defensa del planeta
Ante los representantes de más de 170 países, organizaciones intergubernamentales, miembros de la sociedad civil, empresas privadas y otros sectores, el papa habló de los retos que enfrenta la sociedad moderna: la defensa del planeta y la falta de solidaridad.
"Nuestras sociedades se caracterizan por un creciente individualismo y por la división; esto termina privando a los más débiles de una vida digna y provocando revueltas contra las instituciones. Cuando falta la solidaridad en un país, se resiente todo el mundo", aseguró.
"Tenemos la sospecha de que se quiere sacar del diccionario la solidaridad", comentó al margen del texto.
A la comunidad mundial reunida para debatir sobre los desafíos nutricionales del siglo XXI a pedido de la FAO y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Francisco invitó "a cuidar la hermana y madre Tierra para que no responda con la destrucción".
"Dios siempre perdona, los hombres a veces, la Tierra nunca", dijo el papa a evocar una frase célebre de un anciano de su país y apartándose de nuevo del discurso escrito.
La defensa de la Tierra, la protección del medio ambiente, el respeto de la naturaleza son temas que el argentino Francisco aborda con frecuencia en público ya que está preparando una encíclica sobre el argumento.
"Hay que cuidar Ta tierra para evitar su autodestrucción", rogó a la comunidad internacional.
En su discurso el papa reconoció que las guerras y conflictos que azotan el mundo desatan hambrunas y advirtió que "las relaciones entre las naciones están demasiado a menudo dañadas por la sospecha recíproca, que a veces se convierte en formas de agresión bélica y económica, socava la amistad entre hermanos y rechaza o descarta al que ya está excluido. Lo sabe bien quien carece del pan cotidiano y de un trabajo decente", dijo.
Francisco intervino poco después de la reina española Letizia, quien reivindicó el derecho de "cualquier ser humano en cualquier rincón del mundo a una vida mejor y más saludable".
Para secretario general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, la visita del papa argentino a la agencia de Naciones Unidas ha sido un hecho "histórico".
Francisco ha sido el cuarto pontífice que visita la sede central de la FAO después de Pablo VI, quien estuvo en 1970, Juan Pablo II, en 1992, y Benedicto XVI, en noviembre de 2009.