El Papa Francisco afirmó ayer que la política está "devastada" por la corrupción y el fenómeno de los sobornos y aseguró que "los comunistas robaron la bandera de los pobres", que es "cristiana".
"El problema de hoy es que la política está desacreditada, devastada por la corrupción, el fenómeno de los sobornos. La corrupción es por desgracia un fenómeno mundial. Hay incluso jefes de Estado que se encuentran en la cárcel por ello", aseveró en una entrevista con el diario italiano Il Messaggero.
El Papa advirtió que "el corrupto no tiene amigos, sólo cómplices" y, pese a reivindicar la función política, sostuvo que "si no hay servicio en la base, no se puede entender la identidad de la política". "No digo que sean todos corruptos, pero creo que es difícil permanecer honestos en política.
A veces es como si algunas personas estuvieran fagocitadas por un fenómeno endémico, a diferentes niveles, transversal", subrayó. Francisco dijo que "tantos malos crecen" en momentos de "cambios de época" como el que vive hoy el mundo, porque son momentos en los que se "alimenta la decadencia moral, no solo en política sino también en la esfera financiera o social".
El Papa también afirmó que los comunistas "le robaron a los cristianos la bandera de los pobres", porque la pobreza está "en el centro del Evangelio", por lo que ésta "es cristiana". "Los comunistas dicen que todo esto es comunista, sí como no, 20 siglos después. Entonces cuando hablan, se podría decir: ¡ustedes son cristianos!", agregó.
En la entrevista a un diario italiano, Francisco habló sobre temas espinosos como la crisis económica, la explotación de menores o la prostitución. El Papa recordó sus años en Buenos Aires y aseguró haber sentido "dolor" cuando le advirtieron que había niñas de 12 años que se prostituían en sus calles. "Me informé y efectivamente era así. Me provocó dolor.
Pero más me dolió ver cómo vehículos de gran cilindrada conducidos por ancianos se detenían ante las niñas para pagarles 15 pesos que usaban para comprar residuos de droga. Para mí esos ancianos también son pederastas", afirmó. Francisco mostró su preocupación por la caída de la natalidad en Europa, un continente que, a su juicio, parece haberse "cansado de ejercer de madre y prefiere hacer de abuela".
"El otro día leía una estadística sobre los criterios de compra de la población a nivel mundial. A la alimentación, la vestimenta y la medicina le seguían la cosmética y los gastos para los animales pero -agregó- la relación afectiva con los animales es más fácil y mayormente programable" puesto que "no son libres", mientras que tener un hijo es "algo complejo".
Por otra parte, el Papa reconoció que el papel de la mujer - "la cosa más bella que Dios ha hecho"- en el seno de la Iglesia no ocupa el lugar que le corresponde aunque aseguró que actualmente la Iglesia trabaja sobre la teología de la mujer.
Cansado, pero tranquilo
El papa Francisco lució cansado pero tranquilo al regresar ayer a la actividad pública tras una serie de citas canceladas por problemas de salud. Francisco pareció aguantar bien durante la misa solemne de más de 90 minutos en la basílica de San Pedro en honor de los santos Pedro y Pablo, en la que impuso el palio a cinco arzobispos metropolitanos latinoamericanos.
El Vaticano ha restado importancia a las cancelaciones, incluso una de última hora el viernes, porque el Pontífice de 77 años padecía un problema "leve" de salud. Francisco, a menudo riendo o sonriendo, charló con cada uno de los 24 arzobispos arrodillados ante él para recibir una banda blanca de lana para simbolizar el poder episcopal compartido.
Una hora después de la ceremonia, saludó a la gente reunida en la plaza de San Pedro desde una ventana del Palacio Apostólico. Pidió a los líderes iraquíes que empleen el diálogo para salvar la unidad nacional y evitar más combates en el país. El Papa pidió a los fieles, como lo ha hecho recientemente en actos públicos, que recen por él. "Por favor no se olviden de orar por mí".
Pidió no buscar el apoyo del poder
El papa Francisco llamó de nuevo a los obispos y arzobispos del mundo entero a no buscar “el apoyo de los que tienen poder”, en la tradicional entrega del palio a 24 nuevos arzobispos metropolitanos en una misa en la Basílica de San Pedro.
El Papa que vestía la misma bufanda de lana (tela elegida para evocar al pastor y a su rebaño) que los arzobispos metropolitanos, también los exhortó a no perder "el tiempo en preguntas o chismes inútiles" sino a mirar "a lo esencial" siguiendo el ejemplo del Cristo "a pesar de las dificultades".
“¿Qué refugios buscamos en nuestra vida pastoral para estar seguros?", lanzó el Papa, al tiempo que llamó a no dejarse “engañar por el orgullo que busca gratificaciones y reconocimientos, y allí nos parece estar a salvo”.
“Nuestro verdadero refugio es la confianza en Dios: ella disipa todo temor y nos hace libres de toda esclavitud y de toda tentación mundana”, indicó el Papa, durante la misa solemne organizada con motivo de la fiesta de San Pedro y San Pablo.
De los 24 nuevos arzobispos que recibieron el palio (que consagra su estatuto de arzobispo metropolitano, título debido a la importante talla del distrito que supervisan) de manos del Papa, 5 son de África, 6 de Asia, 7 de Europa y 6 de las Américas. Agencia AFP