El padre de los dos hermanos detenidos por el crimen de Marcela Coronel en Longchamps, aseguró hoy que está convencido de que Pablo, quien era el cuñado de la víctima, "fue el asesino", contó que él mismo lo delató y se lo entregó a la justicia y afirmó que su otro hijo preso, Gabriel, quien era el marido de la mujer asesinada, "es inocente".
"Yo conozco a mis hijos, tuve once. Pablo podría haber sido el asesino y creo que Gabriel es inocente", dijo hoy Daniel Guevara, padre de los hermanos presos, al ser consultado por la prensa sobre la culpabilidad de sus hijos en el crimen de Coronel.
El hombre reveló a los periodistas que fue él quien empezó a ver "indicios" y le dio a la policía y la fiscalía los datos para que investiguen a Pablo cuando comprobaron que él tenía en su poder el celular de la enfermera.
"Vimos que estaba con un celular parecido al que tenía ella y ahí fuimos a la comisaría y todo se aclaró por eso", dijo. "Yo di pistas por dónde pudo haber estado. Y lo que cerró el moño fue cuando me enteré que andaba mostrando un celular", comentó.
Para el padre de los Guevara, "el móvil" del crimen fue que "Pablo le fue a robar al hermano Gabriel".
El hombre cree que lo que sucedió fue que Pablo vio salir de la casa a Marcela cuando ella fue a hacer las compras, decidió entrar a robar y cuando la enfermera regresó para dejar lo que había comprado, encontró a su cuñado robando y se originó la pelea que terminó en el homicidio.
"Ella volvió de comprar y lo vio ahí adentro. Es lo que yo pienso, no estuve ahí", manifestó.
Daniel dijo que su hijo Pablo "anda con problemas familiares y anda loquísimo y necesitado de plata" y que "hacía el 'acting' de que iba a trabajar".
El hombre reveló que del hogar de su hijo Gabriel y la enfermera "faltaron 5.000 pesos del alquiler".
"No saben lo difícil que es esto. Pero lo llevé de la oreja. ¿Sabés que feo que es cuando te allanan la casa, que el oficial te dé la mano y diga gracias por haber ayudado en la investigación"", añadió.
El papá de los Guevara también contó que Gabriel "se enloqueció cuando se enteró que (Pablo) tenía un celular parecido" al de su mujer.
"Él quería ir matar a su hermano. Nosotros lo frenamos. Yo lo senté y le dije vamos a hacer las cosas como se tienen que hacer. Fuimos a la comisaria y declaramos desde las 11 de la mañana a las 5 de la tarde", relató.
Daniel también afirmó que Pablo sabía que "la puerta del fondo se abría y no tenía llave porque estuvo viviendo ahí" cuando se quiso "suicidar" y su hermano Gabriel lo tuvo unos días en su casa.
También recordó que Pablo envió a la cuñada de la víctima un mensaje haciéndose pasar por Marcela para avisar que ese día no vaya a cuidar a su hija, y que el joven era una de las personas que sabían que su hermana era la que cuidaba a la nena.
"Yo descubrí muchas pistas y hablaba con mi señora. Yo lo que llevé eran pruebas muy contundentes", indicó.
Por último, se refirió a las declaraciones que formuló la hermana de la víctima en lo últimos días, en las que acusaba a Gabriel.
"Ella tiene a su hermana en la tumba y la va a llorar y mañana la va a recordar. Yo metí a mi hijo en la tumba, vivo, y yo me voy a morir recordándolo y llorándolo", concluyó.
Pablo (26) y Gabriel Guevara (24) fueron detenidos el sábado por la noche por orden de la fiscal especializada en Violencia de Género del Departamento Judicial Lomas de Zamora, Marcela Juan, quien hoy los indagará por el crimen.
La fiscal ya había imputado al marido de la víctima a partir de una serie de contradicciones en las que incurrió al brindar su primer testimonio; en tanto que las sospechas sobre su hermano surgieron por lo declarado por su padre y su hermano y por los videos de cámaras de la Municipalidad de Almirante Brown que lo grabaron caminando y cargando a su sobrina en brazos, la misma nena que apareció abandonada en Burzaco.
En poder del mayor de los Guevara, la policía secuestró tres teléfonos celulares, uno de los cuales pertenecía a la enfermera asesinada y la tarjeta de ingreso al Hospital Italiano del barrio porteño de Almagro en el que la víctima trabajaba.
El femicidio de Coronel se descubrió el 28 de mayo pasado, cuando su hija fue encontrada deambulando sola por las calles de Burzaco y se convocó a la policía.
Gabriel Guevara, padre de la niña, se presentó en la comisaría y fue con la policía hasta su casa para saber qué había pasado, ya que a la mañana la niña había quedado al cuidado de su pareja, Coronel.
En la casa de la pareja, en la Roberto Arlt al 3500 de Longchamps, Guevara y la policía encontraron a Coronel asesinada en una habitación utilizada depósito.
La autopsia determinó que la mujer fue atacada de tres hachazos, que luego fue estrangulada a lazo y que finalmente murió asfixiada al ser sofocada cuando le taparon la boca y la nariz.