Fue uno de los futbolistas apuntados por Garnero para salir del Azul. El DT le avisó que no lo iba a tener en cuenta sin embargo Agüero decidió quedarse y corrió desde atrás hasta que ayer tuvo por primera vez su oportunidad dentro del once titular.
El defensor sanjuanino no tuvo una buena tarde y encima se tuvo que retirar lesionado por un cóctel de dolores; chichón en la cabeza, golpe en la costillas y molestia en los meniscos de la rodilla derecha.
“Se me hizo muy difícil, soy consciente que me va a costar agarrar ritmo pero me voy contento porque se ganó y eso es muy importante para seguir en el lote de los de arriba”, declaró el defensor que desde diciembre no pisaba un campo de juego.
"Tengo que seguir entrenado duro y seguir apoyando el equipo desde donde me toca estar", agregó.
Más tarde, el mismísimo Garnero dio su visión del Oso: "Lo vi muy bien, lamentablemente tuvo muchos golpes: uno en el ojo, otro en la costilla y en otra pelota que saltó le molestó la rodilla por eso tuvo que salir".
Y como rumores hubo a montones en la semana, el Oso tuvo que salir a dar su versión sobre un supuesto enfrentamiento con Gaspar Servio.
“Todos tienen contrapuntos pero la relación con Gaspar es la mejor. Por ahí sale de otra manera la información al periodismo y se hace una bola de nieve, pero nada que ver. El mismo arquero también desmintió el roce: “nunca discutimos, somos un grupo donde todos tiramos para adelante. Cada uno tenía su opinión pero por suerte todos tuvimos la misma decisión y por eso no concentramos. No pasó nada raro”.