La particularidad que vive Mendoza este año con el desdoblamiento de las elecciones permite sacar conclusiones sobre el comportamiento de los ciudadanos en cada ocasión. Desde cómo le fue a los distintos partidos y frentes en ambas oportunidades, hasta el desempeño de los precandidatos, pasando por la influencia dirigencial territorial, entre otras variables.
La decisión provincial para definir gobernador, legisladores locales e intendentes ya pasó (el 19 de abril fueron las PASO y el 21 de junio la general) y la nacional para definir postulantes a la Presidencia y al Congreso empezó a perfilarse el domingo pasado con las primarias y continuará el 25 de octubre en la primera vuelta.
La distribución de los votos de aquel 19 de abril comparada con la del 9 de agosto muestra cambios y oscilaciones en el comportamiento del electorado, aunque se mantuvo y hasta creció el perfil opositor de la ciudadanía: el oficialismo bajó entre cuatro y cinco puntos, y se multiplicaron las fuerzas opositoras. Pero también quedó en evidencia un fuerte voto peronista, dividido entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo.
Este análisis compara ambas PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), basado en datos oficiales definitivos para el caso de abril y provisorios para la de hace una semana, y apunta principalmente a las categorías de “gobernador” para el primer caso y “presidente”, “senadores” y “diputados” nacionales para el segundo.
Cambiemos ¿es menos o más?
Hace una semana, Cambiemos ganó la lucha de frentes en todas las categorías, con una diferencia de 3 puntos sobre el Frente para la Victoria: 36,11% sobre 33,20% en "presidente"; que se amplió en "senadores" (39,25% a 34,07%) y más aún en "diputados" (41,65% a 32,44%).
En abril, Cambia Mendoza también ganó esa pelea, aunque con un único precandidato a gobernador, Alfredo Cornejo, por 5 puntos de diferencia, 43,38% del total, sobre 38,72% del FpV.
En cuestión de números, en abril CM tuvo 455.954 votos, lo que llevó a algunos a decir que “fue mejor elección” que la última, en la que promedió 375.201 sufragios.
Así, la primera lectura lineal es que del total de votos que Cambia Mendoza obtuvo en la PASO provincial “se perdieron” ahora 80 mil adhesiones. Muchas.
Pero a la vez hay que contemplar que aquel frente de abril agrupaba a la UCR, el Pro, el PD y la Coalición Cívica, como Cambiemos, pero también incluía al Frente Renovador, el Partido Socialista y Libres del Sur, que esta vez presentaron candidatos propios.
Si se sumaran los 96.624 votos que obtuvo el líder del Frente Renovador Sergio Massa (que compitió con José De la Sota en UNA), que representan 9,7 puntos, y los 14.078 (1,4%) de “Progresistas”, que postuló a Margarita Stolbizer con el apoyo del socialismo y Libres del Sur, entonces en la categoría “presidente” se llega a 470 mil, más que aquellos de Cornejo. En los otros tramos de la boleta incluso la suma del domingo es mayor.
El FPV no despega
En abril, el PJ ponderó la lucha de frentes por sobre la de candidatos. En esa fecha, Cornejo le sacó casi 19 puntos a Bermejo (43,38% a 24,19%), y sus referentes, buscando el discurso más conveniente, hablaron de "empate técnico", o que la caída fue "por apenas 5 puntos, cuando pronosticaban 20", aduciendo que la interna con tres listas a gobernador (Bermejo. Guillermo Carmona y Matías Roby), los había perjudicado.
En agosto ocurrió exactamente al revés. Como Daniel Scioli fue el candidato más votado, con un claro triunfo sobre su principal rival, Mauricio Macri, el FpV prefirió minimizar la derrota del frente y hablar del triunfo sciolista.
En número de votos el FpV también retrocedió. En abril logró 406.923 sufragios en la categoría gobernador. El 9 de agosto la cifra bajó a 331.518 en “presidente”, la categoría más ponderada por el PJ, pero fue inferior en “senadores” con 315 mil votos y más aún en “diputados”, con 313 mil. Algunos de esos votos se fueron a otras opciones peronistas anti K.
Peronizados
Hace una semana, pudo apreciarse con nitidez la dispersión del voto peronista, frente a lo ocurrido en abril. En aquella oportunidad, el FpV concentró la mayoría del voto cautivo, logrando el mencionado 38,72%.
Sólo hubo otro espacio de extracción justicialista, Es Posible, que contó con un leve apoyo de su líder, Adolfo Rodríguez Saá, y sumó apenas 0,57% (5.954 votos), llevando el voto peronista “neto” al 39,29%. El Frente Renovador, en tanto, integró Cambia Mendoza.
En agosto, el 33% logrado por el FpV concentró otra vez la mayor parte del voto peronista, pero hubo más dispersión. Es Posible, ahora con la participación directa de Rodríguez Saá (desde Compromiso Federal) sumó 5,2%. También UNA (con Massa y De la Sota) sumó, y mucho, al voto justicialista, con 13,38%.
Así, el voto peronista en Mendoza llegó a casi 52% del total. Pero queda claro que Massa, De la Sota y Rodríguez Saá son hoy claramente expresiones del antikirchnerismo, por lo que el domingo sus votos engrosaron el desempeño opositor, que en general supera el 66%, en sintonía con la media nacional.
El dilema del FIT
Aquel desenvolvimiento exitoso que tuvo el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) dos años atrás, con un histórico 14% que le permitió ubicar un diputado en el Congreso y acceder por primera vez a la Legislatura y a varios concejos deliberantes, ya no es el mismo. En la PASO de abril, redujo su caudal a 6,8% del total provincial, algo que de todos modos le sirvió a sus referentes para congratularse con ser "tercera fuerza".
Ahora, y con una interna por falta de acuerdo nacional, el FIT mejoró su performance promediando 9%. Pero dejó de ser tercera fuerza, desplazado por el Frente Renovador (UNA en categoría “presidente”), que en todos los casos sobrepasó el 10%, más allá de que la izquierda mejoró en unos 20 mil sufragios el resultado de abril, aportando así más votos al arco opositor al Gobierno nacional que conduce Cristina Kirchner y postula a Scioli como su sucesor desde diciembre.
El peso de las figuras
En cuestión de nombres, hay dos que sobresalen en ambas elecciones, el de Alfredo Cornejo, ganador absoluto en abril, y el de Julio Cobos, precandidato más votado el domingo pasado, que liderando la lista de "senadores nacionales" de Cambiemos logró 362.888 sufragios, sin el aporte -que sí tuvo Cornejo- del Frente Renovador, el socialismo y Libres del Sur.
En el caso del FpV, sus principales figuras locales casi no aparecieron durante la última campaña y sus performances individuales prácticamente no pudieron ser medidas. Es decir que ni Anabel Fernández Sagasti, primera en la lista de senadores (315.014 votos y 34%), ni Rubén Miranda en diputados (313.257 votos y 32,4%) -mucho menos los segundos, Omar Félix y Guillermo Carmona, respectivamente- tuvieron incidencia en la elección, que se centralizó en la figura de Daniel Scioli, dueño entonces de los votos logrados.
Distinta había sido la historia en abril, cuando sumaban los votos de los tres precandidatos (Bermejo, Carmona y Roby) para engrosar el resultado.
El que sí tuvo un desempeño individual destacable fue Nicolás del Caño, que demostró que su figura prevalece en la izquierda, ya que buena parte de su triunfo nacional interno se basó en la elección mendocina, a partir de los 82.171 votos logrados, que le dieron el 91% en la competencia interna por encima de lo logrado por Jorge Altamira, que apenas superó los 7.600 sufragios. Del Caño incluso se posicionó mejor que su camarada Noelia Barbeito, que en abril, como precandidata a gobernadora, logró 71.500 votos.
El otro mendocino que buscaba una candidatura presidencial, Ernesto Sanz, tuvo un muy bajo desempeño. Con 90.588 votos, su postulación terminó siendo sólo “testimonial”, algo que él siempre se había esmerado en negar.
Finalmente un párrafo para la líder de ATE Raquel Blas, que buscaba ser candidata a senadora nacional del FIT, pero apenas superó los 8 mil votos.
Alta asistencia
Los mendocinos siguen mostrando alta cultura cívica. En las PA SO de abril votaron 1.050.990 personas, 77,68% del padrón, con un total de 958.375 sufragios positivos. En agosto, las cifras casi no variaron: 1.057.068 votos (77,63%), con 998.440 votos efectivos, en la categoría "presidente", aunque el número bajó a 1.0391741 en "diputados", y 1.031.055 en "senadores".
En votos anulados el porcentaje también fue similar: 1,9% en abril, 1,7% en agosto.
En cuanto a votos en blanco se aprecian diferencias. En abril hubo 72.629 (6,91%), pero en agosto, en “presidente” la cifra cayó a 41.618 (3,94%), prácticamente la mitad, mostrando que el mendocino tuvo bastante claro a quién elegir en este rubro. De todos modos, la indecisión creció en las categorías legislativas, 5,5% en diputados y 8,8% en senadores.
Oficialismos en baja y castigo en las comunas
La comparación de las elecciones PASO en los departamentos también arroja cambios, que revelan una menor “movilización” de la militancia.
Un caso llamativo es el de Godoy Cruz, quizás donde debería esperarse un fuerte desempeño de Cambiemos, por ser el lugar de origen del gobernador electo, Alfredo Cornejo.
Sin embargo, al comparar los dos actos electorales, se aprecia una notable caída. En abril, CM logró 61,55% del apoyo godoicruceño pero en agosto, esa tendencia bajó al 41,76%, aunque mejoró un poco en los cargos legislativos: 47,18% en senadores y 49% en diputados.
Del lado peronista se ven situaciones parecidas. En Maipú, el FpV en abril logró un contundente 60,87% de votos, pero en agosto, si bien volvió a ganar, fue por muy poco porque bajó al 34,25% en la categoría presidente, con unas centésimas de recuperación en “senadores” (34,76%) y dos puntos más en “diputados (36,69%).
Similar comportamiento hubo en San Martín, donde al 52% obtenido en abril se le contrapuso el domingo pasado un 38% en promedio para las tres categorías, aunque con un peronismo ciertamente ganador, porque le sacó 9 puntos a su inmediato seguidor, Cambiemos.
En Las Heras en tanto, en abril el FpV perdió por muy pocos votos, obteniendo 42% del total. En esta oportunidad ganó de manera holgada en la categoría “presidente” con 38% y “senadores”, con 36,12%. Pero fue nuevamente derrotado en la categoría “diputados nacionales”, donde logró 34%, frente al 37% de Cambiemos.
En esta categoría compitió precisamente el intendente, Rubén Miranda, comprobándose que los lasherinos volvieron a darle la espalda a quien los gobernó por 12 años.
Distinta fue la actitud de los sanrafaelinos, que si bien en menor medida le renovaron el apoyo al FpV y en particular a los hermanos Félix, que ganaron en abril con 50% y en agosto obtuvieron 43% en la categoría “presidente”, pero mejoraron en “senadores” con 46%, donde aparece Omar Félix, ahora como candidato oficial en segundo término.
